martes, 9 de febrero de 2021
A sus 18 años, Domínguez sigue trabajando
El dominicano Jasson Domínguez tenía una gran noticia y no veía la hora de poder compartirla.
Habían pasado pocos meses desde que el jardinero había firmado con los Yankees por US$5.1 millones y más allá de comprar una casa para sus padres en la República Dominicana, no se había comprado nada grande para él mismo. Esas cosas nunca han sido una prioridad.
Pero este día era diferente y quería que su agente, Gio Rodríguez, viera lo que un jovencito millonario podía hacer con su dinero. Domínguez era ahora un hombre de recursos. Y muchas veces, ser joven y adinerado se traduce en comprar costosos autos deportivos sólo para demostrar que puedes hacerlo. Rodríguez caminó un poco nervioso con Domínguez hacia el único carro en un estacionamiento vacío.
“Éste es mi Bugatti”, dijo Domínguez con una orgullosa sonrisa. Luego los dos se echaron a reír.
“Se compró un Honda Accord y no estoy seguro si es nuevo”, dijo Rodríguez. “Ése es el tipo de persona que es él. Nada de andar exhibiendo. Sólo necesitaba un auto seguro y confiable para poder ir y venir del estadio todos los días. Este muchacho no se va a poner a creer en todo lo que se dice de él. Su meta es demostrarles a los Yankees que firmaron a la persona correcta y ganarse todas las oportunidades que le den”.
Domínguez, quien encabezó la lista de los Mejores 30 Prospectos Internacionales en el 2019, es la principal promesa en la organización de los Yankees y una de las más anticipadas en el béisbol.
Nada mal para un jugador que cumplió 18 años el domingo.
Debido a la pandemia del COVID-19, el guardabosque todavía espera para debutar como profesional. Los Bombarderos no lo eligieron para que integrara el grupo en la sede alterna para la campaña regular del 2020, y es incierto dónde el jardinero comenzará o terminará la temporada del 2021.
“El 2020 ha sido bastante diferente a lo que esperaba”, declaró Domínguez en noviembre. “Esperaba jugar mi primer año como profesional y vivir esa experiencia, pero COVID lo cambió todo. Sin embargo, he aprendido a adaptarme. Lo que he aprendido, y creo que lo que ha aprendido el mundo es adaptarse y vivir con lo que está sucediendo”.
Domínguez, de 17 años, estaba en la Florida entrenando con los ligaminoristas del equipo en las instalaciones de Tampa cuando fueron pausadas las actividades por el virus. El joven estuvo en cuarentena en el hotel del equipo y reconoció que fue un reto acoplarse a la vida sin el béisbol ni su familia. Visitó a familiares en Nueva Jersey para combatir la soledad y eventualmente regresó a Dominicana cuando se volvieron a abrir los aeropuertos. Nunca dejó de entrenar durante la pausa y sus ejercicios se intensificaron cuando regresó a su país natal.
“Mis esperanzas para la próxima temporada son cumplir con las expectativas que me he fijado y que los demás han puesto para mí”, señaló Domínguez. “Ésa es mi meta y por eso no he dejado de entrenar”.
Todos los días, Domínguez viaja dos horas ida y vuelta por las carreteras de Santiago de los Caballeros para trabajar en la Academia de Béisbol Charlie Nova con el entrenador Pedro Pichardo.
“En un día normal, me levanto a las 6, desayuno y paso la mañana haciendo actividades de béisbol”, explicó Domínguez. “Por la tarde, hay más bateo y tiempo en el gimnasio. Es una rutina normal”.
Domínguez dio una modesta descripción. Su rutina consiste en levantar enormes llantas como parte de su trabajo y da swings con un bate lleno de cemento. También se trata de bastante trabajo en el torso, junto a ejercicios de flexibilidad y agilidad. La meta es agregar fuerza, mejorar su acondicionamiento y tener un cuerpo con más musculatura. El proceso parece estar funcionando. El quisqueyano pesaba 190 libras cuando firmó con Nueva York el 2 de julio del 2019. Ahora está cerca de las 210 libras y los videos de su gran forma ahora son virales en las redes sociales.
Por su parte, los Yankees se mantienen en contacto con su cotizado prospecto y lo observan detalladamente. A Domínguez se le ha recomendado trabajar en batear pitcheos rompientes y en cambio, porque se anticipa que no vea tantas rectas. El director de escuchas internacionales de los Yankees, Donny Rowland, el director de escuchas asistente Edgar Mateo y su grupo descubrieron a Domínguez y lo trajeron a la organización. Kevin Reese, el director de desarrollo de jugadores de los Yankees, será clave, junto a su equipo, en el progreso del guardabosque y están ansiosos por ver más del joven.
“Conocemos a J.D. desde que tenía 13 años y ha estado trabajando dos o tres veces al día desde ese tiempo”, dijo Mateo. “Es imparable y también está bendecido con las herramientas que lo destacan. También entiende el proceso y que le falta mucho para llegar a las Grandes Ligas. Sabe que hay mucho trabajo por hacer antes de que cumpla su misión y por eso trabaja tan fuerte”.
Fuera del terreno, Domínguez no se toma muy en serio. Le encantan las redes sociales, bromear con sus amigos y convertirse en experto del humor contra sí mismo. Le parece increíble que algunas de sus postalitas se están vendiendo en el internet por miles de dólares y bromea que debería guardar algunas en caso de que no tenga mucho éxito en esto del béisbol.
Nunca deja de sonreír. La vida es buena.
“Estoy agradecido con Dios de que los Yankees fueran uno de los equipos que me hicieron una de las mayores ofertas”, declaró Domínguez. “Soy muy afortunado de haber podido firmar con ellos, y les demostraré lo que puedo hacer”.
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