sábado, 7 de julio de 2018

BALONCESTO DOMINICANO PRESENTA SOMBRÍO PANORAMA

El pleito armado por Sadiel Rojas, la confiscación a Titanes, el problema de anoche en La Vega, juego Reales vs Metros, la pausa de Huracanes,  el calendario formulado por Fedombal para los torneos provinciales hacen lucir un lúgubre, tétrico y sombrío futuro del Baloncesto Dominicano.
Aún no entendemos como en un desabrido juego de "ESTRELLAS" Selección Nacional vs Selección LNB, Rojas golpeó a Jaison Valdez, nuestros representantes a nivel internacional venían de caer por amplio margen ante Canadá y cerrado margen ante Bahamas.
Fue un partido sin sabor, poco público, pero Sadiel le dió una pizca de picante, que al final fue fatal para el paladar. Se excusó,  pero el trompón se quedó en el cuerpo de Valdez.
La confiscación del juego a Titanes en La Romana es otro caso que nos llama la atención,  ya que no apareció alguien que le dijera a un directivo del equipo capitalino lo que podría suceder por su actitud prepotente.
Los árbitros objetaron a un fanático, el mismo allegado a un directivo, por mal comportamiento,  lo mejor es que el directivo quizo hacer como Jalisco.  Al final le fue confiscado el juego, se llevó su equipo,  volvió y sentenció que sólo jugaría si su comitiva estaba presente.  Confiscado y posible descalificación del conjunto.
Apenas con horas de diferencia se produjo otro caso de mal comportamiento de fanáticos,  quedó en el limbo el juego entre Metros vs Reales en La Vega.
Días pasados se fueron a los puños jugadores de Indios y Reales en el mismo escenario. Se produjeron multas.
La pausa forzosa de Huracanes del Atlántico, mala condición del Fabio Rafael González, fue la excusa, pero sabemos que la principal razón es económica.
El tapón que produce Fedombal obligando a jugar los torneos provinciales casi simultáneamente, prácticamente suicidándose éstos eventos, la razón,  hacerle espacio a la LNB, pero esta no da pies con bolas.
Es por ello que luce tétrico, lúgubre, sombrío el panorama de nuestro baloncesto.
La ausencia de fanáticos,  que ni gratis quieren asistir, el alejamiento de las empresas patrocinadoras son avisos para que cambiemos el rumbo.
Estamos aún a tiempo, siempre y cuando los encargados de regular el baloncesto entiendan que el éxito de unos no debe ser basado en el fracaso de otros.