NUEVA YORK._ Veinte y dos universidades de Estados Unidos, se disputan el ingreso como alumna, de la estudiante dominicana Camil Fernández, criada en la pobreza y en un hogar con múltiples problemas que incluyó adicción a las drogas.
Superando todas las barreras, ella, que es la primera de su familia a las puertas de una de las universidades más prestigiosas del mundo, cuando la elija, fue aceptada en la Liga Ivy, una entidad dedicada a ayudar a los estudiantes con excelencia académica, que sobresalen por sus notas.