lunes, 24 de noviembre de 2014

Cincuenta muertos en un partido de voleibol en Afganistán por un ataque suicida



Un ataque suicida durante un partido de voleibol causó este domingo al menos 50 muertos y más de 70 heridos en el sudeste de Afganistán, en una nueva muestra de la crítica situación de inseguridad en que sigue sumido el país a poco más de un mes para la retirada de las tropas de la OTAN.

Los insurgentes convirtieron un recinto deportivo en un escenario sangriento el mismo día que la Cámara Baja del Parlamento afgano aprobaba el acuerdo de seguridad con Estados Unidos, que prolonga la presencia de tropas de ese país en Afganistán hasta 2024.

Paktika, en el sureste del país asiático, ha sido de nuevo el objetivo elegido por los talibanes para cometer una de sus acciones más violentas de este año, después de que en julio otro ataque suicida dejara 42 muertos en un mercado de la misma provincia.
El vicegobernador de la provincia de Paktika, Ataullah Fazli, confirmó a Efe telefónicamente que 50 personas murieron en el ataque, perpetrado en un recinto deportivo en el que estaban jugando la final de un torneo entre distritos, lo que había hecho que mucha gente se encontrara en el lugar.
"Fue un suicida con una chaqueta cargada con un explosivo que detonó entre cientos de espectadores", dijo Fazli, al precisar que 14 personas perdieron la vida en el hospital debido a la gravedad de las heridas.
El funcionario explicó que varios "helicópteros han sido enviados a la zona para trasladar a los heridos a Kabul debido a que 32 de los heridos estaban en situación crítica".

Indicó que la capacidad hospitalaria de la provincia no es suficiente para tratar en condiciones a los lesionados y, por tanto, hubo que llevarlos a la capital afgana.

Los cuerpos de los fallecidos fueron reunidos en un lugar bajo custodia de las fuerzas de seguridad, que los entregarán mañana a sus familiares, ya que muchos de los asesinados sufrieron daños en sus cuerpos que impiden su reconocimiento hasta el momento.
Entre las víctimas se encuentran al menos seis niños y cinco policías locales y se teme que el número de fallecidos pueda aumentar, ya que muchos de los heridos se encuentran en situación crítica.
El presidente afgano, Ashraf Gani, calificó en un comunicado de "acto inhumano" este ataque suicida "injustificable en cualquier religión o cultura", obra de quienes "no quieren un desarrollo en paz en un país desbastado" por décadas de guerra.

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