miércoles, 8 de octubre de 2014

Otro tropiezo de Kershaw y Mattingly



Dodgers de Los Ángeles vuelven a salir por la puerta de atrás de la postemporada, por segundo año consecutivo y nuevamente, son los Cardenales de San Luis los responsables de su eliminación. La historia también se repite para Clayton Kershaw, la víctima favorita de los bates de San Luis.

Otro fracaso que debe calar muy hondo, en la organización azul, el equipo con la nómina más alta de todo el beisbol, la que desbancó a los Yankees de Nueva York, en el tema de salarios, pero que todavía debe ganar todos los títulos que tienen en su haber los Mulos de Mannhatan.

Al mismo tiempo, surgen las preguntas, se intensifican los cuestionamientos para algunas de las decisiones del manager Don Mattingly, en los momentos álgidos de la serie.

¿Fue la mejor decisión, la de dejar hoy fuera de la alineación a Yasiel Puig, para reemplazarlo con Andre Ethier?

¿Era Kershaw el indicado para lanzar este juego, con solo tres días de descanso, y con toda la carga emocional de sus recientes tropiezos frente a Matt Carpenter y compañía?

Y en el primer juego, ¿por qué expuso a su estelar lanzador a una paliza, al no retirarlo del montículo, cuando debió hacerlo en el momento que empezaron a ligarle un imparable detrás del otro, pero no lo hizo, porque se trataba de Kershaw?

O en el caso del segundo juego, ¿por qué no dejó una entrada más a Greinke, quien parecía dominar a los Cardenales al momento que lo retiró del juego?

Porque luego vino J.P. Howell, a quien le estalló un cuadrangular de dos carreras que empataba la pizarra. Aunque, por suerte, luego vino Matt Kemp a poner todo en su lugar, dándole vida a los Dodgers, así fuese una vida artificial, con su vuelacercas.

Por lo demás, aunque en el papel, hombre por hombre, la alineación de los Dodgers parece ser mejor que la de San Luis, a la hora de la verdad, los de Mike Matheny, que no se distinguieron como un equipo imponente en cuanto a batazos de cuatro esquinas, durante la temporada regular, parecieron siempre tener guardado un bambinazo para castigar a los Dodgers y, principalmente, para destrozar a Kershaw.

Se trata de un equipo hecho para jugar y para ganar en octubre.

Todo lo contrario de estos Dodgers que tuvieron un cierre de temporada con bates candentes, como los de Crawford, Kemp o Adrián González, para luego sufrir una dramática metamorfósis, al pasar de septiembre a octubre.

Lo de Puig, se entiende, ya que se trata de un pelotero jóven, todavía en proceso de maduración.

Los otros, los veteranos, no tienen excusa.

Mientras que, por otra parte, uno de los aspectos más flacos para la novena de Chávez Ravine, en esta serie, fue su bullpen.

Porque más allá de su taponero, Kenley Jansen, pocos o ninguno de sus otros relevistas dejaban una sensación de seguridad.

Quizá, fue debido a eso, que Mattingly tomó las decisiones equivocadas en cuanto a la dosificación de entradas, lanzamientos y días de descanso de sus abridores.

Y eso, le costó la eliminación.

¿Le costará también el empleo?

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