Por: Luis A. Caridad Ceballos..De hablar pausado y actuar caballeroso, al DT de la selección de voleibol de República Dominicana, el brasileño Marcos Kwiek le ha tocado el honor de llevar al voleibol dominicano ha niveles nunca alcanzados en el pasado.
Bajo su tutela hemos vistos alcanzar logros que muchos habíamos soñado, pero que habían resultados elusivos para nuestro voleibol.
Luego de pasar 4 años como asistente de la selección adulta de Brasil, Marcos recibió de parte de Cristobal Marte. la oferta la oferta de tomar el comando del Proyecto de Voleibol Femenino. lo cual aceptó, tomando el reto de llevar al voleibol a lugares que nunca habíamos logrado.
Los principales logros de nuestro voleibol femenino antes de la llegada de Marcos Kwiek habían sido obtenidos bajo la tutela de la escuela cubana, la cual se inició con la llegada al país de Jorge Pérez Bento y de Jorge Garvey.
Estos le dieron al voleibol dominicano su primer gran triunfo, con la obtención de la medalla de Oro en los Juegos Panamericanos celebrados en la capital Dominicana en el 2003.
A esto siguió la clasificación a los Juegos Olímpicos de Atenas, en donde logramos un histórico triunfo frente a la escuadra de Estados Unidos.
Pero el gran despegue del voleibol femenino de la República Dominicana se inició a partir del 2008, una vez toma la rienda la escuela brasileña con Marcos Kwiek a la cabeza, asistido por Wagner Pacheco, quien fue encargado de la selección Juvenil.
Los resultados no se hicieron esperar, y aunque el crédito es un crédito compartido con aquellos que iniciaron este proceso, no cabe dudas de que su influencia fue muy importante en la obtención de los mismos.
Así como los fracasos, de haberse producidos iban a caer sobre los nuevos técnicos, también las victorias hay que reconocerselas.
2 Subcampeonatos del mundo en categorías sub20 y sub23, junto con una medalla de bronce en la Copa de Grandes Campeones. Un quinto lugar en las Olimpiadas de Londres, reivindicado por otro quinto lugar en el Campeonato mundial de Italia, y un quinto lugar en el ranking de la FIVB, que nos coloca por primera vez por encima de una potencia histórica como Rusia, no pueden mentir.
Cristobal es un hombre pragmático, con una gran capacidad administrativa, y no hay dudas de que reconoce el trabajo realizado hasta ahora por el grupo de técnico que dirige el Proyecto de selecciones nacionales femeninas.
No sabemos lo que depare el futuro, pero ya sea que la permanencia de Marcos Kwiek se prolongue más allé del 2016, la huella de este Director técnico ya son un sello imborrable en los logros de nuestro voleibol femenino, y cuando la histária de nuestro voleibol sea escrita, siempre habrá un antes y un despues de Marcos Kwiek,
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