FUENTE EXTERNA..La invasión extranjera se expande en la Liga de Verano Dominicana, un circuito que paralelamente eleva su nivel en cuanto a calidad de jugadores y en las diferentes culturas que convergen en los dugouts.
Esta entidad, que celebró su 26 aniversario de fundada, ve como el aterrizaje de peloteros de otras naciones se convierte cada vez más frecuente, una mezcla de diferentes razas, con costumbres distintas, pero al final unidos bajo el mismo sueño, desarrollar una gran carrera en el béisbol.
Este último aspecto lleva a decenas de jovencitos entre 15 y 18 años a dejar atrás sus familias, amigos, estudios, modos de vida, abordan un avión desde Venezuela o Antillas Holandesas, desde Colombia o Argentina, desde México o Brasil para aterrizar en los campos de béisbol de Boca Chica, Guerra, Jubey o Villa Mella, hecho que desde ya marca la apertura de un nuevo capítulo en sus vidas.
De unos mil 150 novatos de la liga, 350 son extranjeros
Según lo revelan los últimos estudios registrados, alrededor de un 30 por ciento de los 1,150 peloteros que participan en la Liga de Verano provienen de otras naciones, unos 345 peloteros se encuentran en territorio dominicano.
En los pasados dos años superaba algo más que el 25 por ciento. Este es un monto que a juicio de Orlando Díaz, presidente de la entidad se ha elevado de una manera exorbitante en los últimos años, al tiempo de destacar que la gran competencia existente, así como la seguridad provoca este incremento.
Asimismo, el cierre de muchas academias de béisbol en Venezuela, en muchos casos marcados por las escasas facilidades existentes, además de la inseguridad en esa nación, el interés de las franquicias de Grandes Ligas de que sus novatos den sus primeros pasos en esta liga.
Junto a estos, la garantía y calidad que presenta el circuito son apenas algunos factores por las cuales se observa en el mismo camerino a jugadores de Venezuela, Colombia, México, Panamá, Cuba, Antillas Holandesas, Curazao, San Martín, Puerto Rico, Estados Unidos, Nicaragua, y hasta de lugares donde el pasatiempo no representa un deporte masa como Argentina, Brasil y España se observan accionar en el terreno a miembros de esos países. Este hecho es quizás solo observado en el béisbol de Estados Unidos, y cuidado.
Por supuesto, Venezuela con unos 250 jóvenes encabeza el pelotón. Las franquicias anhelan que muchachos como Juan Morales, Yormar García, Alan Santiago, Danny de León, Alixon Suarez, Ronald Galindez, Yamil Ríos, entre otros, descollen con el mismo éxito que en su paso por el país registraron Carlos González, Johan Santana, Freddy García, Magglio Ordóñez, Carlos Guillén, Kelvin Escobar, Alex González, Miguel Cairo, Francisco Cervelli, cuando en su momento les correspondió demostrar sus habilidades en su paso por el llamado gran laboratorio de América.
Incluso, el caso es tan llamativo que equipos como Los Bravos de Atlanta (26); Atléticos de Oakland (21); Gigantes de San Francisco (19), Azulejos de Toronto (18); Medias Rojas de Boston (17), Cardenales de San Luis (17); Reales de Kansas City (14), Mellizos de Minnesota (13) poseen un elevado porcentaje de extranjeros en sus rosters. En algunos casos hasta superando el talento quisqueyano.
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RIQUEZA DE RECEPTORES
Mientras que muchas organizaciones como los Vigilantes, Diamondbacks, Atléticos, Azulejos, Medias Rojas, Mets presentan en sus nómina un personal netamente extranjero en la posición de cátcher, que tradicionalmente ha sido la de mayor debilidad entre los dominicanos, incluso apenas superando los diez en su historia en Grandes Ligas.
Para muchos de estos novatos extranjeros es difícil adaptarse a su nuevo status. Han permanecido la primera parte de su vida apegados a sus familiares, tienen que aprender las costumbres dominicanas, además de tratar de sobresalir en una liga que la mayoría considera mas que competitiva.
Para Josmar García fue un poquito fuerte, en su caso dejó los estudios mientras cursaba el cuarto de bachiller.
En un primer momento, sus padres Josmar García y su madre Estela Hernández no estuvieron de acuerdo con que se marchara, pero al final aceptaron la decisión.
Mientras Anderson Bolívar, un joven receptor de los Diamondbacks extraña la arepa venezolana, a Josberl Gutiérrez le ha encantado comer marisco, principalmente el lambí y cada vez que junto a sus compañeros reciben el permiso se da un viaje por la playa de Boca Chica y degustan de ese delicioso plato.
Algunos como José Carlos Vardelamar tuvieron que viajar en tres ocasiones al país para poder firmar y expresa que la Liga de Verano es muy intensa y competitiva, con sinceridad un gran circuito para que nosotros los novatos nos desarrollemos”, sostiene.
La organización con que las franquicias operan la liga, la competitividad existente, unido al elevado nivel que posee hacen que el mejor material de béisbol extranjero vengan a Dominicana a pulir su talento con el fin de algún día alcanzar las Grandes Ligas.
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