SANTO DOMINGO. Beatriz Pirón llegó a Río como una de las grandes apuestas dominicanas y solo le faltó fuerza equivalente al peso de unas sandalias de cuero (2,2 libras) para cumplir con el pronóstico.
Pirón, que pesa tanto como el jinete Joel Rosario (105 libras), pudo levantar una carga en envión tan pesada como el peso corporal del pelotero Edwin Encarnación (230 libras), pero un kilo la separó de la japonesa Hiromi Miyake para llevarse la medalla de bronce.
El total de la quisqueyana fue de 187 kilos. El seis de junio pasado en Cartagena, Colombia, levantó 199 kilos, pero compitiendo en la categoría de 53, no en los 48 como lo hizo en Río. El cambio de peso fue la estrategia que calculó la Federación Dominicana de Halterofilia para elevar las posibilidades, una estrategia que casi acierta.
El cuarto lugar logrado por Pirón la convierte en la atleta femenina dominicana de mejor resultado en unas Olimpíadas. Además, ningún otro deportista criollo ha quedado tan cerca de un metal en la cita cuatrienal.
Pirón, que se estrenó en la arena Olímpica en Londres 2012 con un noveno puesto en los 48 kilos con 17 años, desplazó entre las damas a su compueblana Yuderqui Contreras, que fue quinta en Pekín ‘2008 en los 53 kilos. Si bien el país debutó en el programa Olímpico en la edición de Tokio ‘64 no fue sino hasta Montreal ‘76 que llegó la primera mujer, la velocista Divina Estrella, que compitió en 100 y 200 metros. Desde entonces otras 64 damas criollas llegaron al principal evento del planeta, incluyendo ocho en la versión actual y los equipos femenino de voleibol en 2004 y 2012.
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