sábado, 9 de julio de 2016

El dominicano Cueto con argumento para abrir Juego de Estrellas


                            

Los fabulosos números del nativo de San Pedro de Macorís, República Dominicana, lo elevan como uno de los principales candidatos a tomar la primera bola en ese encuentro a disputarse en el Petco Park SAN FRANCISCO. Usted no encontrará muchos peloteros más contentos que Johnny Cueto entre todos los que participarán el martes en el Juego de Estrellas en San Diego. El dominicano anda como muchacho con juguete nuevo porque ya le aseguraron que va a ser uno de los lanzadores utilizados por el dirigente de la Liga Nacional, Terry Collins, según refiere Manolo Hernández Douen.

“Digo que es grande porque por primera vez voy a lanzar en un Juego de Estrellas”, comentó el derecho de los Gigantes de San Francisco, quien fue seleccionado para el Clásico de Media Temporada en el 2014 pero no vio acción en el juego. “Me gustaría pitchear. Me encantaría ser el abridor, pero que sea lo que [los que deciden] quieran”.

Los fabulosos números del nativo de San Pedro de Macorís, República Dominicana, lo elevan como uno de los principales candidatos a tomar la primera bola en ese encuentro a disputarse en el Petco Park.

Collins, dirigente de los Mets de Nueva York, campeones reinantes de la Liga Nacional, pudo haberse decidido también por su propio serpentinero, Noah Syndeergard, pero el jovencito a quien apodan “Thor” salió como medida de precaución de su encuentro del viernes. Jake Arrieta, de los Cachorros de Chicago y ganador del Premio Cy Young en el 2015, asoma como otra alternativa sólida. Madison Bumgarner, de los propios Gigantes, está descartado porque abre el domingo.

En la Bahía tienen los dedos cruzados por la posible designación como abridor del derecho de la tierra del merengue, que entra al descanso del Juego de las Estrellas con una fabulosa marca de 13-1 y efectividad de 2.47, así como cuatro partidos completos y una tonelada de desafíos con seis o más episodios de trabajo.

En la historia californiana de los Gigantes - cuyos comienzos datan de 1958 - solamente dos lanzadores han ganado más partidos que Cueto antes del Juego de Estrellas: el Salón de la Fama quisqueyano Juan Marichal en tres ocasiones, incluyendo una en la que obtuvo 15 triunfos en esa fase, y Ron Bryant en 1973.



“Ciertamente [Cueto] ha hecho un caso enorme para abrir ese Juego”, proclamó el dirigente de los Gigantes, Bruce Bochy. “Usted observa su récord, sus números. Obviamente, todos estamos unidos en nuestro deseo que eso ocurra. Qué tremenda primera mitad ha tenido”.

Tan fabulosa ha sido la etapa previa al juego estelar para Cueto que aunque Bochy no quisiera inclinarse por ninguno de sus peloteros como el Más Valioso de su equipo en ese lapso, ciertamente admite que el dominicano merece ser uno de los candidatos a ese honor.

“Ha sido un placer tenerlo aquí”, enfatizó Bochy. “Y terminó la primera mitad con un broche de oro [al permitir una sola carrera en su juego completo del miércoles frente a los Rockies de Colorado]. El tipo va 13-1. Y más importante es la carga de trabajo que ha sumado con nosotros, no sólo los juegos completos, sino que también suele lanzar hasta el séptimo y el octavo inning de manera consistente. Ha hecho todo lo que esperábamos de él y mucho más que eso”.

Tanto ha rendido Cueto a la causa de los Gigantes que Bochy se metió bien profundo en su baúl de frases elogiosas para rendirle tributo al hombre de curiosos movimientos en la lomita que emplea para sacar de paso a los bateadores.

“Es un artista”, coloreó Bochy. “Tiene cuatro pitcheos y los comanda todos. Cuando lo requiere, se eleva a otro nivel y entonces puede tirar la bola a 94-95 millas por hora. Es simplemente un lanzador bien especial.

“Nunca se hunde en el pánico y se desenvuelve con gran aplomo”, describió el otrora receptor. “Me hace recordar un poco a uno de esos apostadores de botes de río [como en las películas del Lejano Oeste]. Siempre está en control de todo. No le teme a nada ni a nadie, ni a ninguna situación que se le presente”.



La mecedora, los lanzamientos con paso corto, la combinación de envíos, su competitividad, hasta sus gestos de emoción cuando despeja un inning que pudo haber sido grande para su adversario, lo convierten en delicia para los aficionados de los Gigantes.

Sobre todas las cosas, el derecho de largas trenzas es bien humilde. De pocas palabras, sus respuestas son claras y precisas, difundidas a los periodistas bien sea directamente en su idioma o a través de las traducciones al inglés de Erwin Higueros, narrador de los Gigantes.

“Yo me olvido de esos números, me enfoco en pitchear, en concentrarme bastante en lanzar y el resto se lo dejo en manos de Dios”, aseguró Cueto. “Si él [un periodista de un prestigioso diario de la Bahía en inglés] dice que soy el mejor esa es su opinión, pero no quiero tener una competencia. Son [Bumgarner, Jeff Samardzija, Jake Peavy, Matt Cain y el venezolano Alberto Suárez] mis compañeros. Somos buenos pitchers toditos”.

No hay duda, empero, de algo: Cueto es bien seguro de sí mismo y de lo que tiene que hacer cuando se sube a la lomita.

“Yo le dije a [Santiago] Casilla [taponero dominicano de los Gigantes] que ‘tengo tiempo que no tiro un juego completo, tengo que tratar de tirar uno hoy’’’, recordó, cuando se le preguntó sobre su joya más reciente. “Soy más inteligente [en comparación al 2014, cuando obtuvo 20 triunfos con los Rojos de Cincinnati], conozco más la Liga y a los bateadores, eso es lo bueno. Soy más agresivo y pitcheo la bola bajita”.

Asimismo, se siente como si estuviera en familia con los Gigantes y ese cariño es recíproco de parte de sus compañeros, que al terminar su juego reciente lo recibieron como grupo con la gorra debajo del hombro izquierdo, como suele hacer Cueto al salir de cada episodio.

“Me gusta eso, que me relajen. Me gusta divertirme con mis compañeros”, manifestó el lanzador de 31 años de edad. “Me gusta estar aquí, es lo primero. Me siento como en mi casa, con mis amigos, con mis compañeros, con todos me siento bien, y más con los fanáticos”.

Y si inicia el Juego de Estrellas tendrá a uno de sus favoritos detrás del plato, porque el receptor abridor de la Liga Nacional será por clamor popular Buster Posey, su propio compañero de batería.

“Así no me conocen mis trucos los demás receptores”, concluyó el hombre que obtuvo un anillo de campeón de Serie Mundial como integrante de la rotación de los Reales de Kansas City en el 2015.

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