Dellin Betances se ha convertido en uno de los lanzadores más temidos en el béisbol de Grandes Ligas.
El espigado derecho de ascendencia dominicana ha lanzado el mayor número entradas entre todos los relevistas con 71, donde ha acumulado un impresionante número de 106 ponches y una efectividad de 1.52 esta temporada.
Betances da pleno crédito por su éxito esta campaña al trabajo que hizo en la temporada baja en la academia de lanzadores de Chiqui Mejía en República Dominicana, donde entrenó junto al experimentado relevista Joel Peralta.
Mejía conoció a Betances en Nueva York y lo invitó a entrenar en su academia, donde generalmente se concentran en desarrollar el talento de lanzadores jóvenes, en particular aquellos de escasos recursos.
"[Mejía] estableció la academia en 1999 y ahí en adelante se vio que tenía talento para desarrollar a muchachos y ha tenido mucho éxito y se ha hecho un poco famoso", dijo Peralta sobre quien ha sido su coach a través de toda su carrera profesional y a quien considera como un padre.
"Tiene un don especial para desarrollar talento, y para nosotros es un orgullo que un lanzador como Dellin trabajara con nosotros".
Peralta dijo a ESPNDeportes.com que vio lanzar por primera vez al pitcher de seis pies y ocho pulgadas de estatura cuando trabajaron en la misma entrada en el último partido del legendario Mariano Rivera en septiembre del año pasado, quedando muy impresionado con su talento.
Tom Pennington/Getty ImagesHasta antes del juego de este sábado, Dellin Betances acumula 71 entradas trabajadas, 106 ponches y una efectividad de 1.52.
Y para aquellos que dudan por qué decidió cruzar líneas enemigas para ayudar a un lanzador de un rival divisional, el "Guapo de Bonao" destacó que es simplemente una satisfacción tener la oportunidad de trabajar con un compatriota, en particular uno con la humildad y talento de Betances.
"Estoy ayudando a Dellin, no a losYankees", dijo Peralta. "Él es un muchacho de sangre dominicana y espero que esa ayuda le sirva mucho, porque puede llegar a ser uno de los caballos de Grandes Ligas".
Cuando fue firmado en el 2006, Betances era uno de los prospectos más cotizados de los Yankees.
No obstante, ocho años después de pasar la mayor parte de su carrera en menores afectado por problemas de comando y localización, además de lesiones, incluida una cirugía Tommy John, Betances decidió que tenía que hacer un cambio en su entrenamiento.
Fue así como decidió pasar el mes de enero en la academia de Mejía, ubicada en Bonao, ciudad natal de Peralta, donde entrenó también junto al abridor de los Cerveceros de Milwaukee Wily Peralta.
El trabajo principal de Betances fue en la consistencia y el comando de los picheos, especialmente en la ubicación de su temible recta, con la cual ha llegado a alcanzar las 101 millas por hora esta temporada.
Peralta destacó que también se concentraron en el aspecto mental del béisbol y establecer un plan de ataque, lo cual ha hecho de Betances un lanzador completamente distinto al que permitió cinco hits y nueve carreras en las únicas cinco entradas que lanzó por los Yankees el año pasado.
"Yo siempre confiaba en que mi habilidad me ayudaría a llegar aquí pero sabía que necesitaba ayuda. Para mí fue un orgullo estar ahí casi un mes y trabajar todos los días", dijo el novato sobre su experiencia en República Dominicana, país natal de sus padres. "Yo no sabía qué esperar y cuando vi el programa de Chiqui me emocioné mucho y viéndolos trabajar todos los días me motivó a mí".
Betances, que fue seleccionado esta temporada a su primer Juego de Estrellas, recalcó que Peralta se ha convertido no sólo en un mentor y un gran amigo, sino también en un ejemplo a emular.
"La experiencia de Joel me ha ayudado mucho, y más en la división de nosotros. La diferencia para mí fue entrenar en República Dominicana y ahora todos los años pienso ir allá", concluyó.
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