PANORAMA..El dominicano Edward Santana está reuniendo argumentos para llevarse el premio como Jugador Más Valioso de la temporada 2013 de la Liga Profesional de Baloncesto.
El alero de Gaiteros del Zulia, con tres distinciones como Jugador de la Semana y con 23 doble-dobles en la zafra, es el importado más productivo del elenco tras la partida de los boricuas Alejandro “Bimbo” Carmona y Filiberto Rivera.
“Espero que el año que viene sea mejor y si es con Gaiteros estaría encantado. La gente de aquí ha sido muy buena. Soy de las personas que no valora el dinero, porque eso se va y lo que quedan son las personas”, expresó el oriundo de Santo Domingo, quien promedia 20,3 puntos por encuentro, siendo el segundo mejor anotador del torneo.
Además, Santana registra 10,2 rebotes por juego, escoltando a su compatriota Jack Michael Martínez, de Guaros de Lara.
“A veces creo que soy como (Rafael) Nadal en la cancha”, dijo Santana, en alusión al tenista español, de quien confesó tenerlo como uno de sus ídolos deportivos. “Siempre lo he admirado por su actitud ganadora y luchadora. He visto partidos en los que ha estado perdiendo dos sets a cero y termina ganando. Es un tipo increíble”.
“A veces creo que soy como (Rafael) Nadal en la cancha”, dijo Santana, en alusión al tenista español, de quien confesó tenerlo como uno de sus ídolos deportivos. “Siempre lo he admirado por su actitud ganadora y luchadora. He visto partidos en los que ha estado perdiendo dos sets a cero y termina ganando. Es un tipo increíble”.
Antes de su primera pasantía en Venezuela, el alero dio sus primeros pasos en su carrera desde muy temprana edad al no poder concretar una beca de estudio en Miami tras serle negada la visa.
“Esa beca me la consiguió el entrenador cubano Sergio Roucco. Luego me dijo: ‘Si quieres irte a España, tengo un representante allí que te puede ayudar’. Le dije que sí y me tocó irme solo. La verdad es que fue muy duro porque no tenía a nadie. Llegué en febrero de 1997 y me llevaron a mi primera clase de oyente porque estaban muy avanzadas, luego me adapté al año completo, pero jugar se me hacía muy complicado porque no tenía tiempo”, contó.
A los 17 años, decidió a junto a su familia parar su formación académica para dedicarse por completo al baloncesto. El caribeño aseguró que fue uno de los cambios más difíciles de su vida, pero “no me ha ido tan mal”.
Su oportunidad en la Primera División del baloncesto ibérico llegó en Galia. “Antes de llegar ahí tuve que jugar en todas las categorías juveniles. Bajé a la segunda, luego ascendí y hasta que pasé por todos los equipos, excepto el Barcelona y el Real Madrid (Risas). Fui un trotamundos en esa liga. España me desarrolló como jugador y como persona”.
El capitaleño entendió que no sería una tarea sencilla. Que su vida había tomado otro rumbo. “Lo que más me costó, más allá de estar sin mi familia, fue el horario. Saber que eran las 2:00 pm y en Santo Domingo las 8:00 am. Eso me descontrolaba mucho, pero el ser humano se acostumbra. Además, dejar a mis padres, a mis hermanos y amigos es algo que te obliga a regresar”.
La situación económica en España lo obligó a regresar a Dominicana hace tres años. “Cuando volví a mi país comencé una relación con Gina Mambrú. Ella juega con la selección dominicana de voleibol. Ha jugado en olimpiadas y lo único que le falta es un mundial. Ella está jugando en Puerto Rico y su equipo pasó a la final. Estoy muy contento por ella, porque ha luchado mucho tras una lesión de hombro y otra de rodilla”.
Santana recordó que el momento más duro en su estancia en Venezuela, fue el pasado 5 de marzo. Una fecha que conmocionó al país. “La verdad es que cuando se murió el presidente Hugo Chávez estábamos en Valencia. Ese día teníamos partido y la pasé muy mal porque se decían muchas cosas feas, que iba a haber guerra civil, muertes. Mi familia estaba muy preocupada y a nosotros lo que nos quedó fue encerrarnos en el hotel”.
Santana quiere emular a la raqueta mallorquina y ganarse en vez de un Abierto el título de campeón del baloncesto criollo, sin descartar el Más Valioso. “Nunca pude conocer a Nadal, pero espero hacerlo algún día. Antes triunfaré aquí”.
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