sábado, 26 de enero de 2013
Se reivindicó…
DOMINGO HERNANDEZ...Dentro de las cosas positivas que dejó el recién pasado Torneo de Béisbol Otoño-Invernal, está el caso de Manny Ramírez.
Ramírez, un toletero de renombre internacional en el ámbito béisbolero, además de su alta calidad como bateador en las Grandes Ligas, también había cosechado fama por su controversial personalidad y su actitud a veces “medalaganaria”.
De ahí el mote de que “Manny es Manny”. Cabe señalar, incluso, que cuando anunció de que jugaría en República Dominicana, muy pocos lo creyeron.
La frase más común en ese sentido era “yo lo creo cuando lo vea”. El año pasado no jugó porque las Grandes Ligas se lo impidieron a raíz de la suspensión de 50 partidos que pesaba sobre él, por el supuesto consumo de esteroides.
Este año, en principio anunció que jugaría y posteriormente, según los informes, dijo que no. Finalmente se decidió a jugar y cuando lo hizo, en rueda de prensa, prometió que jugaría todo el camino y que se entregaría a favor de la causa de las Aguilas Cibaeñas.
Y en efecto, Manny cumplió lo prometido y, sin temor a equívoco, podría decirse que dio cátedra de profesionalismo, de entrega y de buen comportamiento, hasta donde sebemos, salvo no haya una posición contraria.
Manny, para muchos, uno de los mejores bateadores que ha pasado por todas las Mayores y quien compila un total de 555 jonrones en la Gran Carpa, aportó al certamen en diversos aspectos: fue la principal atracción de la justa, a niveles tales de que muchos fanáticos iban a los estadios a verlo a él.
Además, se entregó por completo a su equipo y, para sorpresa de muchos, que entendían que ya como jugador no aportaría nada, porque se creía que estaba acabado, su producción ofensiva fue muy buena.
Durante la serie regular, jugando siempre como bateador designado, Manny bateó para 293 de promedio, con 29 imparables, en 99 turnos agotados, con cuatro cuadrangulares, dos dobles, 14 vueltas anotadas y 17 impulsadas.
Su desempeño durante la serie semifinal o “Round Robin”, así como en la final frente a los Leones del Escogido, también fue igualmente eficiente. De hecho, en esta última etapa bateó por encima de 300. Como lo ven, hizo su trabajo y en buena medida logró reivindicar su imagen respecto al concepto que se tenía de él, en lo personal y como atleta. Esto, al menos ante la población y la fanaticada dominicana. ¿Qué opina usted…?
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