MLB..KISSIMMEE, Florida -- Si José Reyes es José Reyes, pues los Mets de Nueva York estarán bien.
Es una frase trillada, pero con sentido común al considerar que el infortunio reciente de los Mets ha ido correlacionado con los problemas físicos de su veloz torpedero dominicano. En su mejor versión, entre 2006-08, Nueva York fue el equipo con más victorias de la Liga Nacional con 274.
La coyuntura del vínculo se expondrá como nunca en 2011, ya que Reyes puede declararse agente libre al final de la Serie Mundial.
¿Tiene sus días contados en Citi Field? ¿No más clases de español en la pantalla gigante como el Profesor Reyes? Tal es la intuición que rodea al equipo. Un mal arranque y todo hace presumir que sería transferido antes de la fecha límite para hacer cambios.
Formado dentro de los Mets, Reyes y el tercera base David Wright han sido los rostros visibles y populares de la franquicia, los compañeros que posaron juntos en la revista GQ.
Ni el mismo Wright se imagina un futuro sin Reyes a su izquierda en el cuadro interior.
"Cualquier equipo quiere tener a un José Reyes ... José es la clase de jugador que contagia a todos, hace que todos los demás sean mejores", afirmó Wright.
Reyes se ha aprendido de memoria el libreto a seguir para alguien inmerso en la campaña previa a la agencia libre.
"Es una situación nueva para mí, es la primera vez que seré agente libre en mi carrera, pero es algo que yo no lo tengo en mi mente", afirmó Reyes en una entrevista con The Associated Press. "Tengo un año más con los Mets y me tengo que enfocar en jugar todos los días, mantenerme saludable y que pase lo que tenga que pasar después de la temporada".
Y es lo correcto. Está en sus manos el demostrarle a los ejecutivos de los Mets, con una campaña excepcional, que amerita una extensión.
También puede darse que se irá de todas formas, quizás porque el equipo está en un plan ahorrativo por la incertidumbre en sus finanzas tras la demanda que afrontan sus dueños al ser acusados de participación activa en el fraude de la pirámide Ponzi de Bernard Madoff.
Si confirma que puede jugar sin lesiones y aporta sus números habituales, Reyes puede ir al mercado y pedir bajo los parámetros del contrato de 142 millones de dólares y siete campañas que Carl Crawford firmó con los Medias Rojas de Boston durante el último receso.
Después de todo, Reyes tendrá 28 años al momento de la negociación, batea de ambos lados del plato y juega en el campocorto, una posición más exigente que el jardín izquierdo de Crawford.
Reyes va a estar en la lupa y el elemento de su juego que más será analizado corresponde a su promedio de embasado, vital para alguien que es primero en el orden al bate.
Se dice que los Mets quieren ver un repunte en ese aspecto para entonces considerar una extensión.
Dolencias musculares en las piernas y un problema de tiroides hiperactiva mermaron su desempeño en los últimos dos años.
Tal declive se atribuye en gran medida a la falta de disciplina en el plato: su promedio de embasado fue de .321 en 2010, el más bajo desde 2005.
El cibersitio Fangraphs fue más allá y analizó que, entre 2007-2009, Reyes le hizo swing al 24,8% de pitcheos fuera de la zona de strike, apenas por debajo de la media en las mayores, que es de 25%. En 2010, sin embargo, la cifra subió a 32,1%, al tiempo que decayó la cantidad de bases por bolas.
El nuevo gerente Sandy Alderson tiene una reputación de darle mucha prioridad al embasado por encima del promedio ofensivo o los robos. Incluso en sus mejores años, las cifras de embasado de Reyes no fueron notables (.358 fue la mejor).
"Para nadie es un secreto que José es muy agresivo", comentó el coach de bateo de los Mets, Dave Hudgens. "Por un lado tiene el talento de que puede batearle a todo, pero al mismo tiempo le hace contacto a lanzamientos que debería dejar pasar".
Reyes perjura que su enfoque para 2011 va a cambiar radicalmente: "Siempre he tratado de mejorar eso, lo de coger más bases por bolas", dijo.
"Era algo que estaba haciéndolo bien hasta que me pasó la lesión", se lamenta.
Y en eso le asiste la razón, los problemas musculares de 2009 le limitaron a sólo 36 juegos y se perdió buena de la pretemporada del año pasado cuando le diagnosticaron el problema de tiroides.
"Yo entiendo que el año pasado no tuve un buen porcentaje de embasamiento, pero yo no jugué en los entrenamientos, fue un año un poquito difícil ... Estoy buscando trabajar más en eso. Yo sé que si me embaso más, vamos a tener más chances de anotar carreras".
"Estoy al ciento por ciento, la primera vez que me siento de esta forma en dos años, en los entrenamientos sin ningún tipo de problema. Estoy súper motivado con esta temporada, sé que es un año grande para mí, para el equipo también".
Aquí es donde Reyes resalta el factor de su salud, la primera vez en dos años "sin ningún tipo de problema".
"Yo lo que tengo que hacer es demostrar a la gente que yo puedo mantenerme saludable en el terreno".
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