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PEDRO BRICEÑO
SANTO DOMINGO.- En apenas quince días se han derrumbado dos de las marcas sagradas en el béisbol dominicano. Ambas se encontraban en poder absoluto de Miguel Diloné, quien cede el trono a un nuevo rey, Luis Polonia.
El veterano jugador aguilucho , quien el pasado 15 de noviembre se convirtió en el mayor productor de imparables en el béisbol invernal, tras batear su 878 frente a los Toros en el estadio Cibao, también se convirtió en el máximo anotador, tras registrar anoche su úmero 497 frente a las Estrellas.
Dos récord que Diloné mantuvo por más de quince años son eclipsados por un Polonia, que también ha capitalizado la danza ofensiva registrada en la actualidad y que desde ya ocupará un lugar en la historia como el de mayor poderío ofensivo. En su campaña 25 en el circuito,
Polonia viene a dejar a tras a Diloné, con quien compartió dugout en sus primeros seis años con las Aguilas, arbol frondoso del cual se cobijó y del cual sacó buenos dividendos para beneficio de las Aguilas, su fanaticada y todos quienes durante estos años han sido testigo de su entrega y amor por el juego.
Al igual que su nuevo récord de incogibles, la proeza registrada el pasado viernes será bien difícil de superar, al menos en los futuros lustros, debido a que no se vislumbra en el panorama algún osado con capacidad para superar sus 496 anotadas.
Incluso, en la lista de los mejores diez de por vida no figura ningún otro activo, el ocupante del décimo puesto, Tomás Silverio tiene una diferencia superior a los 200 con relación a la cantidad de Polonia.
Algunos peloteros con mucho tiempo en el circuito aún no alcanzan ni siquiera las 200, aunque la mayoría ya se acerca a esta foja, tales son los casos de Abraham Núñez (201), Mendy López ( 201), DÁngelo Jiménez, ( 191), Juan Melo (184), Ronnie Belliard (184 ) Esteban Germán (191), Eddy Garabito ( 173 ), Tony Batista ( 166), José Offerman (158 ), entre otros.
Con su nueva marca de anotadas, Polonia está cerrando con broche de oro una carrera revestida de éxito en su máxima dimensión.
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