NUEVA YORK - Confianza y una recta cortada. Esa es la receta del dominicano Alexander Colomé. Esa confianza, más una buena cutter, le permitieron al derecho salir de la nada en el 2016 para no sólo asumir el rol de cerrador en los Rays, sino hacerlo de forma exitosa. A finales de julio del 2015, Colomé era parte de la rotación de Tampa Bay, que para entonces tenía a Alex Cobb, Drew Smyly y Matt Moore en la lista de lesionados. Tras ganar sus primeras dos aperturas en abril de ese año, una mala racha terminó con un envío de Colomé al bullpen. Fue ahí que las cosas empezaron a dar un giro. Entre el 17 de julio y el 15 de septiembre del 2015, Colomé dejó 0.29 de efectividad en 21 juegos. Pero no se le convirtió en cerrador hasta el comienzo del 2016, cuando Brad Boxberger inició la campaña en la lista de lesionados. Aunque nunca había cerrado, Colomé asumió el papel sin sobresaltos.  "El año pasado yo no sabía qué iba a pasar conmigo como cerrador", dijo Colomé. "Boxberger se lesionó y me dieron el puesto". Una vez en el bullpen, Colomé redujo su repertorio y empezó a trabajar mucho más con su recta cortada. "Todo el mundo sabe que yo tiro duro", dijo Colomé. "Pero las Grandes Ligas son más que tirar duro. Es cuestión de localizar bien los pitcheos. Mi recta cortada es mejor que mi recta". Colomé le da crédito al coach de pitcheo itinerante de de los Rays, Dick Bosman, por enseñarle la cutter. Desde el comienzo de la temporada 2016, 90 lanzadores han utilizado su recta cortada al menos 100 veces, de acuerdo con Stacast™. Colomé la utiliza el 44% de las veces, la 9na tasa más alta. El cerrador de los Dodgers, Kenley Jansen, encabeza ese departamento con un 89.09%. De esos 90 pitchers, a Colomé le batean .238 cuando le ponen la bola en juego ante su cutter, lo que lo ubica como el cuarto mejor detrás de John Lackey, Carlos Torres y Marcus Stroman. Colomé consigue strikes tirándole con el 25% de sus rectas cortadas, lo que lo coloca como el mejor en las Grandes Ligas en ese apartado. La recta cortada de Colomé tiene, además, una particularidad. De acuerdo con el receptor Daniel Norris, la pelota puede hundirse o moverse hacia un lado del home, dependiendo del ángulo desde el cual el derecho quisqueyano suelte el pitcheo. Confianza y la recta cortada le sirvieron a Colomé para salvar 37 juegos en el 2016, y esta temporada ya tiene tres salvados en tres oportunidades. "Quizás nuestra confianza ha aumentado por una buena razón, y es porque él ha sido muy exitoso", dijo el manager de los Rays, Kevin Cash. "Cada vez que sale a lanzar, el efecto que crea en la cueva y en los jugadores que están jugando es una especie de calma. Se maneja de una forma tremenda". Aunque Colomé no sabía exactamente cómo lo iban a usar en el 2016, él sabe que este año es el cerrador de los Rays. Eso, sin embargo, no ha cambiado su forma de afrontar el trabajo. "Yo siento que el año pasado me preparé al 100% y este año hice lo mismo", dijo. "Siento que puedo hacerlo mejor que el año pasado".
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