La nadadora estadounidense Simone Manuel y la canadiense Penny Oleksiak compartieron el oro en la final de los 100 libre de los Juegos Olímpicos de Río tras firmar un idéntico crono de 52.70, nuevo récord olímpico.
Una circunstancia que no se repetía desde Los Ángeles 1984 cuando las estadounidenses Carrie Steinseifer y Nancy Hogshead compartieron el primer escalón del podio en la prueba del hectómetro.
Triunfo compartido que magnificó la sensación de derrota de la australiana Cate Campell, la mujer que estableció hace apenas un mes el nuevo récord del Mundo con un tiempo de 52.06 y que no pudo estar ni tan siquiera en el podio, tras concluir sexta.
Un tropiezo que no desaprovecharon la estadounidense Simone Manuel, que se convierte en la primera mujer negra en ganar un oro olímpico en una prueba individual de natación, y la jovencísima canadiense, de tan sólo 16 años, Penny Oleksiak, que ya dejó ayer entrever sus intenciones tras lograr el segundo mejor tiempo en las semifinales.
Aunque nadie podía esperar los espectaculares segundos 50 metros que protagonizó Oleksiak, que tras firmar un crono de 27.00 en el último largo, logró pasar de la séptima posición a la primera plaza.
Un tsunami que sólo pudo aguantar la estadounidense Simone Manuel y que se llevó por delante a las hermanas Campbell, Bronte la vigente campeona mundial, y Cate, la plusmarquista universal, que concluyeron en cuarta y sexta posición respectivamente.
Daños que logró minimizar la sueca Sarah Sjostrom, otra de las máximas favoritas al título, que logró finalmente colgarse la medalla de bronce con un tiempo de 52.99.
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