domingo, 5 de junio de 2016

Labor colectiva de Warriors pone en problemas a Cavs


                               

OAKLAND, California, EE.UU. Shaun Livingston convirtió un centenar de tiros libres en la última parte del entrenamiento del viernes. Y eso fue apenas parte de su forma habitual de practicar.

Cleveland ha integrado el plantel más caro en la NBA. Pero Golden State ha desarrollado quizás el mejor banquillo de la liga, con un grupo de jugadores combativos y disciplinados, como Livingston.

Todos están ansiosos por restarles presión a los astros Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green en el momento en que se requiera. Y el jueves, en el primer partido de la final, demostraron que pueden incluso conseguir victorias en duelos cruciales cuando las principales figuras no están en su mejor noche.

Este grupo de reservistas, con vínculos estrechos, suele hablar de que todos necesitan ser fiables. Cada uno está consciente de que su misión consiste en estar listo para cualquier misión.

“Cuando uno ve que alguien está decaído, se asegura de levantarlo. Y cuando anda bien, hay que mantenerlo así, porque uno nunca sabe qué ocurrirá en cada partido”, dijo el viernes Marreese Speights. “Cuando estamos en el gimnasio, nos decimos ‘vamos, hay que intentar algunos disparos’, y cuando estamos de visitantes nos sentamos y hablamos de esto. Necesitamos que todos y cada uno de estos jugadores del equipo ganen otro campeonato. De eso hablamos en el desayuno, el almuerzo y la cena”.

Los reservistas hicieron justamente eso en el primer encuentro de la final, una victoria por 104-89. Y los Cavaliers seguramente están preocupados por lo que pueda ocurrir en el segundo enfrentamiento, a sabiendas de que los Warriors son mucho más que Curry y Thompson.

Livingston jugó casi 27 minutos en el primer duelo ante su antiguo equipo. Atinó ocho de 10 disparos y totalizó 20 puntos, la mejor cifra de su vida en postemporada.

El brasileño Leandro Barbosa embocó sus cinco disparos, para 11 puntos. Andre Iguodala, el Jugador Más Valioso de la Final de 2015, contribuyó con 12 unidades, siete rebotes y seis asistencias.

“No estamos aquí sólo para que los titulares puedan descansar. Estamos aquí para ser productivos, hacer jugadas y lograr que las cosas ocurran. Todo tiene que ver con la mentalidad”, indicó Livingston. “Uno se siente bien con un partido como éste, en que nuestras estrellas no estuvieron tan bien y aun así conseguimos la victoria. Creemos en nosotros mismos y todos pueden dar el paso al frente”.

Ahora, LeBron James y compañía deberán concentrarse en la forma de frenar al banquillo de Golden State. De lo contrario, los Cavs perderán su segunda final consecutiva ante los Warriors.

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