CRUZ SALUDA AL PUBLICO LUEGO DE CONECTAR HR |
Los Orioles de Baltimore le dañaron la ecuación a los Tigres de Detroit Tigers en el inicio de la Serie de División de la Liga Americana, y lo hicieron jugando la pelota a su mejor estilo, con poder, oportunismo ofensivo y buen pitcheo.
No importó que sobre la lomita, por los Tigres, estuviera Max Scherzer, el reinante Cy Young del joven circuito, ni que éste se mantuviera lanzando hasta el octavo inning -- lo que en teoría era el escenario soñado por Detroit, para no tener que exponer su mayor debilidad: el bullpen. Tampoco interesó que Miguel Cabrera, Víctor Martínez y J.D. Martínez conectaran sendos jonrones. A los Orioles les valió nada todo eso.
En este primer encuentro de la serie, Baltimore siempre encontró los momentos para hacer daño y minimizar las fortalezas de los Tigres, imponiendo las suyas: su poder en el bateo y su profundidad en el pitcheo.
El cuadrangular de Nelson Cruz -- líder en jonrones en la ronda regular, con 40 --, en la entrada inicial del juego, marcó la pauta para Baltimore. Ese jonrón impulsor de dos carreras, ante Scherzer, le ratificó al equipo que el as de los Tigres era vulnerable y que a él le podían hacer daño. No se equivocaron. Tres de las cinco carreras que le hicieron al derecho fueron luego de dos outs, incluyendo el vuelacercas del dominicano, en el primer acto, que puso el marcador 2-0.
La sentencia de la ofensiva de Baltimore, frente Scherzer, vino en la séptima entrada, con el jonrón solitario de J.J. Hardy, que a esa altura puso el juego 4-2. Este fue apenas el cuarto encuentro en la temporada que el as de los Tigres permitió más de un jonrón.
Con eso ya parecía que la misión de los Orioles estaba completada, por lo menos contra Scherzer. Pero una vez que éste salió del juego, luego de un doble de Alejandro De Aza en la octava entrada, en Baltimore se desató un festival de carreras, al los oropéndolas hacerle siete -- una de ellas sucias -- al bullpen de Detroit -- por si acaso había duda de su debilidad-. Lo demás fue trámite.
Pero así como la artillería de los oropéndolas hizo su tarea ante Scherzer y, después, frente aJoba Chamberlain, Joakim Soria y Phil Coke; el pitcheo cumplió con su labor.
Chris Tillman, abridor de los Orioles, hizo lo mínimo requerido en el esquema de su manager, Buck Showalter, cubrir cinco entradas, conteniendo a los Tigres, que si bien es cierto le hicieron dos carreras, con los jonrones solitarios de Víctor y J.D. Martínez, en la tercera entrada, después fueron estériles en sus intentos de acabarlo.
La quinta entrada fue la más complicada para Tillman, ya que en ella tuvo las bases llenas, con dos outs, pero la cerró en blanco, retirando a Torii Hunter. Por cierto, Hunter falló en dos momentos claves para los Tigres. El primero fue en ese quinto inning y después, en el séptimo, cuando bateó para doble play, justo antes del cuadrangular de Cabrera, ante Darren O'Day, que puso el juego 4-3.
Tras finalizar el trabajo de Tillman, Showalter se frotó las manos y comenzó a controlar el juego con su bullpen, primero Andrew Miller, después O'Day, seguido por Zach Briton y luegoTommy Hunter.
Baltimore ejecutó su plan, siguió uno a uno sus pasos, esos mismo que lo llevaron a ganar la División Central de la Liga Americana, con 12 juegos de ventaja y que le dieron el segundo mejor récord del circuito. Ahora ese plan los tiene a dos victorias de avanzar a la Serie de Campeonato. Bien hecho.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario