Ramírez evita lesión más grave

LOS ÁNGELES -- Los Angeles Dodgers evitaron un susto mayor luego de que los resultados arrojaran que Hanley Ramírez no sufrió ninguna lesión de gravedad en su mano derecha.

El torpedero fue golpeado por una roleta de Corey Dickerson en el dedo anular el martes por la noche. Los rayos equis salieron negativos y el dominicano intentará ser de la partida el miércoles ante los Colorado Rockies.



"Está adolorido pero vine temprano y me hice tratamiento", aseguró. "Donnie trató de darme el día libre pero le dije que quería estar en la alineación".



Ramírez reconoció que el dolor lo está molestando.



"Afecta todo", dijo. "Lanzar la bola y agarrar el bate. Ojalá todo vaya bien y pueda seguir en la alineación".



Don Mattingly prefirió ver el lado positivo al enterarse que la lesión no es de gravedad.



"Creo que el hecho que se sienta lo suficientemente bien como para decir que quiere jugar es una buena noticia", avisó. "No estoy seguro si jugará. Veremos si puede lanzar, batear y todo eso".



El campo corto disputó solamente 86 partidos en 2013, y por eso el dirigente explicó que la decisión de permitirle jugar resulta de la conversación entre los doctores, el jugador y él.



"Es un tema médico pero hay algunas cosas que se pueden ver", aseguró. "Lo vemos tomar práctica de bateo y fildear todos los días y se nota cuando está compensando hacia algún lado. Algunas veces queremos empujarlos y otras no. Depende del sentido común y de que no vaya a empeorar".



Mattingly avisó que, incluso si Ramírez tuviera que descansar el miércoles, su regreso se daría a la brevedad, luego del día de descanso el jueves. "En el peor de los casos lo veremos el viernes en San Diego", indicó.



Ramírez batea .260 con 11 jonrones y 42 carreras impulsadas esta temporada y viene de pegar un vuelacercas el martes previo a su lesión.



De no poder jugar su lugar lo ocuparía probablemente su compatriota Carlos Triunfel, un jugador que está sorprendiendo a Mattingly y la afición. "Hablamos de un jugador con un gran guante pero no nos habían dicho nada de su bate", dijo el mánager. "Está sorprendiendo".