SAN ANTONIO -- Manu Ginobili advirtió que no habría más Finales después del quinto partido y que la única manera de ganar el campeonato de la NBA era con más coraje, energía y disciplina que sus rivales.
Y el argentino cumplió como nadie en la victoria que finiquitó la serie por el título tras una espectacular remontada de sus Spurs a una desventaja inicial de 16 puntos.
Ginóbilo fue el héroe del juego, que ganaron 104-84, más alla de los números o las estadísticas individuales por su corazón, entrega y, sobre todo, porque hizo las jugadas cuando más se necesitaban.
Desde que Ginóbili entró a la duela con poco más de cinco minutos por jugarse, el partido cambió de ritmo a favor de los Spurs.
Pero a partir de que el argentino recibió una falta personal que lo puso en el partido, la intensidad, energía y, sobre todo, efectividad de juego se convirtieron en los principales aliados de los Spurs.
Ginóbili anotó 19, incluidos 14 en la primera mitad, a pesar de que sólo jugó 11 minutos.
Sus primeras dos unidades, acercaron a los Sputs 22-8, cuando el partido parecía perdido para ellos desde el principio.
Pero apenas 28 segundos después sumó otros cuatro puntos y San Antonio se aproximaba ya a sólo 10 en un primer periodo en el que llegaron a estar abajo por 16 unidades y en el que nunca lideraron.
El argentino cerró la primera mitad con una espectacular clavada en un balón que condujo toda la duela y en la siguiente posesión añadió un triple que puso a la afición al borde de la locura y para los Spurs representó el principio del fin, ya con una ventaja de 47-35 en la espectacular remontada.
Ginóbili fue demasiado para el Heat y sin ser el mejor anotador de su equipo, siempre salió de la banca en este quinto y último partido de las Finales NBA en los momentos más trascendentes para completar las jugadas correctas.
El argentino produjo otros ocho puntos en la segunda mitad, incluido un triple con 5:01 en el tercer periodo, que puso el marcador 65-44 y prácticamente liquido el partido.
Acabó el juego además con cuatro asistencias e igual número de robos.
Más importante, el argentino ganó su cuarto título de la NBA con los Spurs, que sumaron su quinto.
Y entró a la historia de la más brillante generación de Spurs en la historia y que en San Antonio nunca se olvidará.
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