sábado, 11 de enero de 2014
La Era de los Esteroides
MARIO EMILIO GUERRERO..La gran mayoría de los fanáticos entiende que en la llamada Era de los Esteroides, el consumo de fármacos para aumentar el rendimiento no estaba prohibido en el béisbol de las Grandes Ligas. Esa es una creencia errada, puesto que sí existía un reglamento que vedaba el uso de ese tipo de sustancias, aunque amparado bajo un inoperante sistema antidopaje, que penalizaba a los infractores, luego de que en una quinta ocasión éstos arrojaran positivo en un test. Además, las leyes federales de los Estados Unidos castigan desde 1988 el consumo de esteroides que no estuviera amparado en una receta médica.
Pasaron pruebas
El público también tiene la percepción generalizada, de que como Barry Bonds, Roger Clemens, Mark McGwire y Sammy Sosa, nunca dieron positivos en una prueba para detectar el uso de sustancias prohibidas, deberían ser exonerados de cargos en ese sentido y no ser penalizados con su exclusión del Salón de la Fama. Es cierto, estos antiguos jugadores nunca fallaron un examen y por esa razón no fueron sancionados por MLB.
Sin embargo, esa presunción de inocencia por parte de la gente, no influye en el criterio de los periodistas encargados de elegir a los miembros de Cooperstown, que los consideran culpables, basándose en evidencias como, el Reporte Mitchell, el listado de 104 jugadores que dieron positivos en 2003, el sorprendente incremento en los números de poder y las investigaciones a los laboratorios BALCO.
Realidad
Esa es la realidad, aunque nos disguste y la razón por la cual los miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol de los Estados Unidos, no ha votado mayoritariamente por Bonds, Clemens, McGwire y Sosa, para que sean inmortales, no obstante sus grandes hazañas y las impresionantes estadísticas que acumularon a lo largo de sus respectivas carreras. A nadie le cabe la menor duda de que en otras circunstancias, ellos cuatro y el cubano Rafael Palmeiro, ya estuvieran en Cooperstown desde su primer año de elegibilidad.
Grandes beneficios
La Era de los Esteroides benefició a todo el mundo, de eso no cabe la menor duda. El béisbol retornó a su sitial de preferencia entre los fanáticos, las franquicias obtuvieron grandes ganancias, al igual que los medios de comunicación y la industria en general ligada a este deporte. Por supuesto, también los jugadores lograron una gran tajada del pastel, ya que la mayor producción ofensiva conllevó a la firma de exorbitantes salarios y a la concertación de jugosos acuerdos publicitarios.
De la vista gorda
Ante un panorama tan auspicioso, nadie quiso darse por enterado de que el uso de esteroides se convirtió en algo normal durante esos años en el ámbito del béisbol de las Grandes Ligas. Todo el mundo se hizo de la vista gorda o miró hacia otro lado, ya que a nadie le convenía matar la gallina de los huevos de oro. Sin embargo, el asunto creció de tal
manera, que no hubo más remedio que detenerlo y fue desde el Congreso de los Estados Unidos que se dio la voz de alarma.
¿Víctimas?
De ahí en adelante, comenzaron las purgas y desde entonces se han venido endureciendo las penas, tratando de erradicar un mal que los propios responsables del negocio contribuyeron a crear. El último capítulo de este acto de contrición del béisbol se produjo esta semana, con la veda impuesta a Bonds, Clemens, McGwire, Sosa y Palmeiro para que puedan entrar a Cooperstown. Ellos están pagando por el error cometido y no creo que deban ser considerados como víctimas, porque sacaron un gran provecho económico del rol estelar que desempeñaron en una era hoy satanizada. Lo lamentable de todo esto es, que los demás actores de este drama hayan salido hasta ahora ilesos y con su reputación intacta.
A futuro
La pregunta que todos nos hacemos es: ¿entrarán Barry Bonds, Roger Clemens, Mark McGwire, Sammy Sosa y Rafael Palmeiro a Cooperstown? En mi opinión, sí serán inmortalizados. Creo que con el paso de los años, la llamada Era de los Esteroides tendrá que ser reconocida como parte de la historia del béisbol de las Grandes Ligas, así como a sus principales protagonistas. ¿Cuándo esto sucederá? Sólo el tiempo tiene la respuesta.
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