DAVID VENN...BOSTON - Entre 1997 y el 2003, Pedro Martínez se adueñó de las Grandes Ligas desde el montículo, ganando tres Cy Young, cinco títulos de efectividad y tres títulos de ponches, a la vez que alcanzó otro sinnúmero de números dominantes como lanzador.
Y en cuanto a esos siete años se refieren, la gran mayoría de los conocedores del béisbol de la Gran Carpa señala a dicho período como la "Era de los Esteroides", en la que un notable porcentaje de bateadores inflaron sus cuerpos y sus números con sustancias para aumentar el rendimiento.
Tomando en cuenta las circunstancias, el dominicano Martínez se enorgullece más todavía con lo que logró en dicha época.
"Creo que no lo hubiese querido de otra manera", dijo Martínez al referirse al tema durante una visita al Fenway Park, dentro de las actividades de la 109 Serie Mundial entre los Medias Rojas y los Cardenales. "Quería ser el mejor. Quería tener el orgullo de vencer a todos y hacerlo de la mejor manera posible".
El oriundo de Manoguayabo es una de las figuras más queridas en la historia del equipo de Boston, ya que tuvo sus años de gloria aquí y, por supuesto, ayudó a los Patirrojos en el 2004 a ganar su primera Serie Mundial desde 1918. El "Alcalde de Boston" brilló con los Medias Rojas de 1998 al 2004, participando en cuatro postemporadas con la escuadra y formando parte de ediciones populares del equipo que incluían a sus compatriotas David Ortiz y Manny Ramírez, entre otros.
En plena época de las temporadas de más de 60 jonrones del quisqueyano Sammy Sosa y Mark McGwire, más la proeza de Barry Bonds y sus 73 vuelacercas en el 2001, Martínez disfrutó del apogeo de su carrera.
"Nunca pensé que el escándalo de los esteroides sería señalada tanto, porque lo único que veía era un jugador (contrario) que me quería superar y yo quería superarlo a él.
"Nunca pensé en esteroides ni nada de eso. Aunque todos estábamos conscientes de que eso estaba pasando, nunca lo vi como un reto diferente".
En una carrera de 18 años con los Dodgers, Expos de Montreal, Medias Rojas, Mets y Filis, Martínez tuvo marca de 219-100 en 476 juegos (409 aperturas), con efectividad de 2.93, 3,154 ponches y 760 bases por bolas. Entre sus otros números impresionantes de por vida son sus 10.0 ponches por cada nueve entradas, su proporción de 0.8 jonrón por cada nueve innings y sus 4.15 abanicados por cada pasaporte.
El derecho tuvo una carrera digna del Salón de la Fama, por supuesto. Y mucho de lo que hizo fue durante una época de una explosión ofensiva que es reconocida como el producto del consumo de esteroides.
"Ahora que sé cuáles eran los efectos y cómo (los bateadores) podían recuperarse tan rápido (del desgaste diario de la temporada y las lesiones), tal vez estaba yo con un ligero desventaja", comentó Martínez. "Pero sólo puedo darle las gracias a Dios y a mis compañeros de equipo por todo lo que hicimos.
"Ahora mis números, si fueron grandes, se ven aun más grandes. Ahora parece que mis números de repente tomaron esteroides de un año a otro".
BOSTON - En el 2004, los Medias Rojas barrieron a los Cardenales para ganar su primer título de la Serie Mundial desde 1918.
Nueve años después, varios integrantes de aquella edición bostoniana hicieron los lanzamientos de honor antes del Juego 2 del Clásico de Otoño, precisamente una revancha con el equipo de San Luis.
El dominicano Pedro Martínez, Derek Lowe, Trot Nixon, Kevin Millar, Jason Varitek y Mike Timlin hicieron los lanzamientos de manera simultánea antes del segundo choque de los Medias Rojas contra los Cardenales.
Con el regreso de tantas figuras queridas, el jueves fue un momento para reflexionar sobre esa postemporada mágica de Boston de hace casi una década.
"Desde el 2004, cada vez que veo a uno de estos muchachos, es hora de un desfile", dijo Martínez acerca de la unidad de los integrantes de aquel equipo y la acogida que reciben en la ciudad de Boston.
Ya es de leyenda lo que hicieron los Medias Rojas en octubre del 2004. El año anterior, habían sido dejados en el terreno en el undécimo inning del Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana por los Yankees, sus rivales de toda la vida. En dicho partido Boston había dejado escapar una ventaja de 4-0 y luego 5-1 cuando, de manera controversial, el manager Grady Little había dejado en la lomita a un Martínez que ya se veía bastante desgastado.
Al año siguiente, en la revancha de la misma ronda de los playoffs, los Medias Rojas hicieron historia al remontar una desventaja de 0-3 ante los neoyorquinos para llegar al Clásico de Otoño. Y en la Serie Mundial, los Patirrojos terminaron de romper la "Maldición de Babe Ruth" al barrer a San Luis y coronarse.
"Cuando pudimos sobrepasar a los Yankees, aunque tú pusieras un Equipo de Estrellas en el otro lado, nadie nos podía ganar por la inspiración que llevábamos en ese momento", recordó Martínez.
Los Medias Rojas volverían a ganar la Serie Mundial en el 2007, pero el grupo del 2004 es recordado aquí con un cariño especial. Aquella edición no sólo puso a celebrar a Boston por primera vez en 86 años, sino también exhibió una unidad y un aire alegre que nadie olvidará.
"Cuando tienes la oportunidad de estar con los ex compañeros, siempre es bien divertido para mí", dijo Nixon. "No veíamos la hora de llegar al clubhouse para poder compartir uno con el otro. Creo que eso dice mucho sobre los equipos.
"Todo el mundo dejaba su ego en la puerta", continuó el ex jardinero. "Nadie era inmune de ser burlado. Pero cuando llegaban las 6:30, 6:45, todo el mundo estaba listo para jugar".
"Más que compañeros de equipo fuimos amigos y somos amigos", agregó Martínez.
Ahora, con los "barbudos" de los Medias Rojas de la actualidad, se ve alguna similitud con los campeones del 2004.
"Me trae tremendos (recuerdos), deja vu", expresó Martínez. "Ahí está San Luis, ahí está Boston compitiendo. Esto es como otro mini-2004 que está pasando aquí. Nos sentimos súper contentos de estar aquí".
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