LICEY SANTO DOMINGO (Licey.com).- Ubaldo Jiménez piensa que tan pronto como el lunes volverá a lanzar en los entrenamientos de Grandes Ligas.
Es la mejor forma de confirmar la mejoría que ha sentido de una infección en el dedo pulgar de su mano de lanzar, la derecha.
El pitcher estrella de los Roockies de Colorado, en la Liga Nacional, confesó que dicha infección se la provoca la forma en que agarra la bola para tirar el sinker.
La versión de su mejoría y su posible retorno el lunes al montículo se la ofreció Jiménez al rotativo dominicano Listín Diario, mediante conversación telefónica.
“Lo que pasa es, que aprieto mucho la bola cada vez que uso el sinker”, aseguró Jiménez, de acuerdo a la versión escrita por el periodista Héctor Gómez.
“Incluso” –continuó- “el día previo a mi última apertura tenía mucha pus y la noche después que lancé no pude ni dormir”.
Aseguró que en la temporada de 2010 sufrió del mismo problema, que sangró en varias ocasiones, de manera que no podía resistir el dolor y le dificultaba dormir luego de una apertura.
El periodista de LD recuerda que la estación pasada fue la mejor para el nativo en las Mayores, al facturar marca de 19-8 en ganados y perdidos, efectividad 2.88, con 221.2 entradas, 92 transferencias y 214 ponches.
Quedó líder en porcentaje de ganados y perdidos de la Liga Nacional con .704.
El 17 de abril, ante 32,602 parroquianos que acudieron al Turner Field de Atlanta, lanzó un juego sin hit ni carreras.
Con ello se convirtió en el cuarto criollo que lograba la hazaña en Grandes Ligas, tercero de los Tigres del Licey en la liga invernal dominicana.
El primero fue Juan Marichal (1963), del Escogido en el invierno. Ramón Martínez (1995) y José Jiménez (1999), fueron los otros dos Tigres.
El de Ubaldo fue el primer no-hitter en los 18 años de historia de los Rookies.
Fue el abridor del Juego de las Estrellas de 2010, para también ser el cuarto quisqueyano en tener el privilegio, luego del inmortal de Cooperstown (Marichal) en 1965 y 1967), Mario Melvin Soto (1983) y Pedro Martínez (2000).
Los otros latinos que tuvieron ese privilegio fueron el cubano Luís Tiant (1968), los mejicanos Fernando Valenzuela 81981) y Esteban Loaisa.
Con los 214 ponches que propinó, Ubaldo Jiménez implantó una marca para la franquicia de Colorado, de la que era dueño otro lanzador que perteneció al Licey, Pedro Julio Astacio, quien en 1999 abanicó 210.
El pitcher estrella de los Roockies de Colorado, en la Liga Nacional, confesó que dicha infección se la provoca la forma en que agarra la bola para tirar el sinker.
La versión de su mejoría y su posible retorno el lunes al montículo se la ofreció Jiménez al rotativo dominicano Listín Diario, mediante conversación telefónica.
“Lo que pasa es, que aprieto mucho la bola cada vez que uso el sinker”, aseguró Jiménez, de acuerdo a la versión escrita por el periodista Héctor Gómez.
“Incluso” –continuó- “el día previo a mi última apertura tenía mucha pus y la noche después que lancé no pude ni dormir”.
Aseguró que en la temporada de 2010 sufrió del mismo problema, que sangró en varias ocasiones, de manera que no podía resistir el dolor y le dificultaba dormir luego de una apertura.
El periodista de LD recuerda que la estación pasada fue la mejor para el nativo en las Mayores, al facturar marca de 19-8 en ganados y perdidos, efectividad 2.88, con 221.2 entradas, 92 transferencias y 214 ponches.
Quedó líder en porcentaje de ganados y perdidos de la Liga Nacional con .704.
El 17 de abril, ante 32,602 parroquianos que acudieron al Turner Field de Atlanta, lanzó un juego sin hit ni carreras.
Con ello se convirtió en el cuarto criollo que lograba la hazaña en Grandes Ligas, tercero de los Tigres del Licey en la liga invernal dominicana.
El primero fue Juan Marichal (1963), del Escogido en el invierno. Ramón Martínez (1995) y José Jiménez (1999), fueron los otros dos Tigres.
El de Ubaldo fue el primer no-hitter en los 18 años de historia de los Rookies.
Fue el abridor del Juego de las Estrellas de 2010, para también ser el cuarto quisqueyano en tener el privilegio, luego del inmortal de Cooperstown (Marichal) en 1965 y 1967), Mario Melvin Soto (1983) y Pedro Martínez (2000).
Los otros latinos que tuvieron ese privilegio fueron el cubano Luís Tiant (1968), los mejicanos Fernando Valenzuela 81981) y Esteban Loaisa.
Con los 214 ponches que propinó, Ubaldo Jiménez implantó una marca para la franquicia de Colorado, de la que era dueño otro lanzador que perteneció al Licey, Pedro Julio Astacio, quien en 1999 abanicó 210.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario