martes, 2 de diciembre de 2008

Récords que seguirán vigentes béisbol de RD

diariolibre.com
rafael baldayac
SANTIAGO. Muchos de los récords sagrados quedarán intactos, pero algunos de ellos han sido barridos por el huracán ofensivo que azota la liga dominicana en esta descomunal temporada, donde los bateadores han vapuleado a los lanzadores.
Son innumerables las marcas colectivas e individuales que han sido sepultadas este año, tanto de por vida como de una temporada en la pelota invernal dominicana.
Teniendo como principal protagonista al longevo jugador aguilucho Luis Polonia, en esta explosiva temporada hemos visto caer la sagrada marca vitalicia de más imparables, así como de carreras anotadas y total de bases alcanzadas.
Dentro de la historia de nuestro deporte rey se han registrado hazañas que por su trascendencia quedarán plasmada en los libros de récords y en la memoria de los fanáticos por los "Siglos de los Siglos".
Otras marcas sagradas se mantendrán vigentes durante muchos años en la liga dominicana por muchísimas razones que atañen a los nuevos tiempos que vive el béisbol organizado.
Entre esas proezas enmarcada como "récords irrompibles" figuran las 495 bases robadas de por vida y 44 en una campaña (1976-77) del superbo Miguel Diloné jugando en 19 temporadas con las Águilas Cibaeñas.
Las catorce victorias que alcanzó en una temporada regular el legendario Terry McDuffie lanzando para la hueste cibaeña en la jornada veraniega de 1952, será "misión imposible" para los pitchers de esta época. No importará que exista una bola más viva y bates alterados, nadie podrá alcanzar los 105 indiscutibles conectados por Ralph Garr en la temporada 1970-71.
Garr, jugando para las Estrellas Orientales, en esa excepcional campaña anotó de paso 58 carreras, y terminó líder de bateo con 457 de promedio, para ser los registros más altos en la pelota nativa.
Las 53 vueltas remolcadas de su Majestad, Alonzo Perry, en el verano de 1953 y las 51 de Jim Beauchamp en el invierno del 970-71 seguirán en el Monte Olimpo del béisbol criollo.
Domingo Cedeño, actuando para los Toros en 1995-96, destrozó una de la marca sagradas que Perry había impuesto en el verano de 1951. El infielder criollo tuvo una racha de 30 partidos corridos pegando por terreno de nadie, dejando atrás de los 27 del toletero azul.
Una de las leyendas del béisbol dominicano, el montecristeño Diomedes - Guayubín - Olivo, se ha puesto difícil a los lanzadores. Logró eliminar por la vía del ponche a 160 bateadores jugando para Licey en la campaña de 1960-61. Tampoco le podrán hacer sombra sus 70 juegos completos de por vida.
Un encasillado que desapareció del renglón de los pitchers es el de juegos completos, lo que indica claramente que es más que imposible lograr acercarse a la marca de blanqueadas en una temporada.

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