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SANTIAGO.- Luís Terrero no se siente sorprendido de ser negociado en el béisbol de República Dominicana, algo que define normal en ese negocio. De lo que si se siente bien es de poder llegar a un equipo ganador como el de las Águilas Cibaeñas.
“El cambio no me sorprendió y agradezco a los Azucareros por el trato que me dieron, pero ahora más por traerme aquí, a jugar con las Águilas, un equipo que hasta jugar en su contra motiva”, indicó de primera mano Terrero, quien fue la compensación de los Toros tras adquirir al lanzador Robinson Tejeda.
Félix Fermín entiende que Terrero, un jardinero natural, capaz de jugar en los tres jardines, ha sido una de las más notables adquisiciones del club en temporada muerta.
“Hace mucho tiempo que hemos estado observándole. Pude desempeñar el trabajo que necesitamos en los bosques y más comenzando la temporada”, expuso Fermín, más que impresionado con Terrero por las condiciones que exhibe y entereza en los entrenamientos.
Al parecer más que humilde en el juego, Terrero solo espera poder responder a las expectativas, en un equipo que entiende “es un honor jugar. A quien no le gustaría”.
El nuevo integrante del equipo cibaeño está previsto para comenzar patrullando uno de los jardines a partir del 15. Lo de Luís Polonia es como lo de algunos políticos nuestros y mientras esté en uniforme: no hay para nadie.
Ayer se celebró un primer partido inter-escuadra, Polonia bateó de primero y de inmediato conectó doble a la pared del bosque derecho.
La ovación del público que diariamente asiste no se dejó esperar, ni tampoco sobraron las manifestaciones en relación a la marca que amenaza, la de más hits en la historia de la pelota dominicana.
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