SAN DIEGO - Las últimas tres semanas han sido de oportunidades bien interesantes para el cotizado prospecto de los Mets, Amed Rosario.
El 23 de junio, el torpedero dominicano fue subido de Clase-A Avanzada Port St. Lucie a Doble-A Binghamton.
En esta última sucursal, Rosario tuvo la oportunidad de jugar en el cuadro interior al lado de uno de sus ídolos de la infancia, el quisqueyano José Reyes, quien se preparaba como tercera base para integrarse al equipo grande de los Mets. Y finalmente el jueves, el oriundo de Santo Domingo fue convocado al Juego de las Futuras Estrellas para sustituir a su compatriota Jorge Mateo, prospecto de los Yankees suspendido por el equipo a raíz de un berrinche por no ser ascendido de nivel.
"Wow, no me lo esperaba", dijo Rosario sobre la llamada que recibió para integrar el Equipo del Mundo, dentro del Futures Game. "No tengo palabras como para describir este momento. Todo se lo debo a Dios. Nunca esperaba esta oportunidad".

Rosario, de 20 años de edad, cuenta que estaba haciendo su rutina normal en el gimnasio la semana pasada cuando el dirigente del Binghamton le dio la noticia de su inclusión en el Juego de las Futuras Estrellas. Si bien fue una convocación sorpresa, también es verdad que la participación de Rosario en el evento fue bien merecida.
Luego de batear .309 con porcentaje de embasarse de .359 en 66 juegos por Port St. Lucie, Rosario ha empezado a todo vapor en Doble-A. Con Binghamton, el quisqueyano lleva promedio de .424, porcentaje de embasarse de .462 y slugging de .610 para un robusto OPS de 1.072 en 16 partidos. Por supuesto, es una muestra bien pequeña, pero sin duda representa un comienzo bastante alentador.
"Creo que la clave ha sido el trabajo, que creo que ha sido lo más importante en esta temporada", dijo Rosario, calificado por MLBPipeline.com como el prospecto número 2 de los Mets.
Además de sus éxitos con el madero en Binghamton, Rosario pudo disfrutar en grande la oportunidad de jugar al lado del veterano Reyes.
"Siempre ha sido mi shortstop favorito", dijo Rosario. "Nunca pensé que ese momento iba a llegar, pero Dios lo quiso así. Para mí fue un placer compartir con José Reyes dentro y fuera del terreno.
"Tremenda experiencia. Tremendo ser humano, tremenda persona. Me enseñó que nunca debo bajar la cabeza en los malos momentos y que siempre me mantenga alegre".
De cara a la segunda mitad de la temporada de liga menor y el reto de seguir haciendo el ajuste a Doble-A, Rosario se mantiene humilde y con deseos de seguir mejorando.
"Tenemos que seguir trabajando en todo lo que es defensa, bateo y jugar duro 100%", manifestó.
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