Warriors y Cleveland inician esta noche la contienda número 67 por un título de la final de la NBA.
Las dos veces que se enfrentaron esta temporada, los Warriors ganaron los dos encuentros, con Stephen Curry, líder de los Warriors, promediando 27.0 y LeBron James, de Cleveland, 20.5.
Golden State sale como gran favorito por iniciar en su casa. Después de conseguir una marca de 73-10, con el que quebraron el mejor récord de temporada regular, los Warriors esperan coronar ese resultado con el trofeo tal como lo hizo Michael Jordan y campañía en 1996, cuando vencieron a Seattle SuperSonics.
Cleveland va por su tercer intento de llevarse la corona donde enfrentarán al mismo rival del 2015. Precisamente en 10 ocasiones los equipos que han perdido en una final, han rebotado para llevarse la corona al año siguiente.
Stephen Curry y compañía lucharán por prevalecer en la lista de los que en 21 oportunidades han defendido satisfactoriamente la corona. Serían 22 si es que repiten la corona ante un Cleveland considerada como una de las peores franquicias de la historia por su récord perdedor y por su 0-2 en finales.
Más que la defensa perimetral, la captura de los rebotes es un gran tormento para Golden State, que tiene en Andrew Bogut su hombre grande, pero que carece de presencia efectiva en la pintura.
Defender la ventaja de la casa es otro problema para Golden State. Tienen marca de 28-10 desde la postemporada pasada a la fecha. En 2015, se vieron debajo en sus series contra Memphis (1-2) y en la final contra Cleveland (1-2). Este año ya se vieron debajo de 1-3 contra Oklahoma, comenzando todas esas series en su casa.
Los “Splash Brothers”, Stephen Curry y Klay Tompson son, para muchos, la mejor pareja de tiradores en la historia de la NBA. Ese dúo está bien por encima de forma incalificable ante lo que puedan ofrecer Mathew Dellavedova y J.R. Smith.
La pasada final, Cleveland perdió a Kyrie Irving en el juego 1, por una lesión en su rótula, y ya no contaban con Kevin Love, por una cirugía de hombro, pero esta vez están completos.
Irving y Love están promediando de forma combinada más de 40 puntos, lo que es un respiro para James. Con ese panorama, todas las dudas quedarán despejadas sobre cuál es el mejor al final de la contienda.
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