La historia
Los mexicanos comenzaron a participar en la Serie del Caribe en 1971 y ganaron su primer título cinco años después (1976), cuando los Naranjeros de Hermosillo se coronaron campeones en Santo Domingo, bajo las riendas de Benjamín -Cananea- Reyes. Tendrían que transcurrir 20 años (1996) para que los aztecas volvieran a ser monarcas del Caribe. El segundo banderín también fue conquistado en la capital dominicana, esta vez por los Tomateros de Culiacán, siendo su dirigente Francisco -Paquín- Estrada.
Nuevo siglo
El éxito logrado por México en el nuevo siglo es evidente, pues a partir del año 2000, ha ganado 5 coronas (Tomateros de Cualiacán (2002), Venados de Mazatlán (2005), Yaquis de Ciudad Obregón (2011 y 2013) y Naranjeros de Hermosillo (2014). Sólo República Dominicana con 7 títulos supera a los aztecas en el período señalado. Esos banderines han sido conseguidos por Águilas Cibaeñas (2001, 2003 y 2007), Tigres del Licey (2004 y 2008) y Leones del Escogido (2010 y 2012). En la presente centuria, Venezuela sólo cuenta con dos coronas (Leones del Caracas - 2006 y Tigres de Aragua - 2009) y Puerto Rico apenas registra un título (Cangrejeros de Santurce - 2000), lo mismo que Cuba (Vegueros de Pinar del Río - 2015). Aunque hay que señalar que los representantes de la mayor de las Antillas apenas han competido desde 2014. Eso significa que los mexicanos han estado muy por encima de venezolanos y boricuas.
¿Qué ha cambiado?
Ante esta situación, los fanáticos se preguntan si el béisbol mexicano de repente ha mejorado a tal punto, de que en estos momentos es mejor que el que se juega en los restantes países del área caribeña. En mi opinión, lo que se ha producido en los últimos 15 años es una notable merma en la calidad de los torneos invernales de República Dominicana, Venezuela y Puerto Rico, mientras que la pelota mexicana ha mantenido más o menos su mismo nivel. Ese descenso es debido a que, con contadas excepciones, los peloteros de Grandes Ligas ya no participan en los referidos campeonatos, los prospectos y jugadores de cartel apenas juegan por las numerosas trabas que ponen las organizaciones de Estados Unidos y las ligas asiáticas, y los jugadores refuerzos son en su mayoría, peloteros que han visto pasar sus mejores años.
Estabilidad mexicana
Ese bajón se nota claramente cuando revisamos las nóminas de los equipos dominicanos, venezolanos y boricuas, que participan en la Serie del Caribe, donde encontramos a una gran cantidad jugadores sin trabajo (agentes libres), peloteros de ligas menores e Independientes, así como veteranos del circuito veraniego azteca. En México, sin embargo, todo ha seguido igual, pues ellos desde siempre han contado con peloteros nativos e importados que juegan en las ligas de verano e invierno de su país, con contadas excepciones. Peloteros que no son estrellas, pero que conocen el juego y saben ejecutar los fundamentos.
RD y Venezuela
Podría argumentarse que México está produciendo mejores jugadores, pero esto queda descartado si nos percatamos de la escasa presencia de peloteros aztecas estelares en las Grandes Ligas. Todo lo contrario a lo que ocurre en República Dominicana y Venezuela, que se han convertido en canteras inagotables de talento para el béisbol de las Ligas Mayores. Puerto Rico ha disminuido su exportación de jugadores a la Gran Carpa, sin embargo todavía supera a los mexicanos en ese sentido.
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