SAN FRANCISCO DE MACORÍS, República Dominicana -- A sus 22 años,Adalberto Mejía tuvo que aprender una de las lecciones que muchos necesitan décadas para absorber: uno es dueño de sus acciones.
"Fue una experiencia mala. La mayoría de la gente me dio la espalda. Es ahí cuando uno sabe quiénes son sus amigos", dijo el joven lanzador de los Gigantes del Cibao sobre cómo ha tenido que reconstruir su carrera en la organización de los Gigantes de San Francisco.
Tras una temporada de 2014 en la cual ascendió en el ranking de prospectos de los Gigantes del puesto No. 19 al No. 4, el lanzador abridor zurdo dio un resultado positivo al uso de Sibutramine, una droga que se utilizaba en Estados Unidos para tratamientos de obesidad, pero que fue retirada del mercado y declarada "sustancia controlada" en el 2010 debido a sus efectos secundarios. La droga, sin embargo, todavía se consigue en la República Dominicana.
Independientemente de la circunstancia, el hecho es que Mejía dio positivo en una prueba, y bajo las reglas, fue suspendido por 50 partidos.
"Nadie me hablaba. Me daban la espalda. Fueron pocos los que quisieron escuchar", recordó sentado en la cueva del Estadio Julián Javier en espera del comienzo del partido entre los Gigantes y los Tigres del Licey en la liga invernal dominicana.
Y para añadir sal a la herida, tras 108 entradas en 22 partidos en el 2014, sufrió una lesión en su hombro.
Con su suspensión siendo anunciada el 10 de noviembre del 2014, Mejía dijo que todo ese inverno fue uno de los peores de sus 21 años de vida.
"Imagínate, uno está suspendido y lesionado. Fue bien frustrante. Pensé que el mundo se me estaba cayendo encima", recordó.
La suspensión fue un golpe rudo a su ascenso en la organización de los Gigantes. Mejía firmó como agente libre con San Francisco en el 2011 y en dos años logró llegar hasta la filial Triple A en Fresno. Joven espigado, con una recta que fluctúa entre las 92 y 94 millas por hora, buen control y, sobre todo, zurdo, Mejía se perfilaba estar ya en vía franca hacia el equipo mayor.
La suspensión, sin embargo, descarriló los planes, pero quizás fue una bendición para Mejía, quien, como dijo, "o me concentraba en regresar o mi carrera iba a terminar".
Otro evento ese invierno, la muerte del torpedero de los Cardenales de San LuisOscar Taveras en un accidente de tráfico mientras manejaba en estado de embriaguez, puso a Mejía, entre muchos otros prospectos dominicanos, a pensar en su futuro.
"Hay mucho allá afuera, muchas tentaciones. Las mujeres. La bebida y todo el mundo te conoce", dijo el joven nativo de Bonao. "A mí, déjenme con mi Play Station tranquilo. O hago eso o me voy a ayudar a mi papá en el colmado [negocio familiar]".
A pesar de su suspensión, Mejía fue invitado por los Gigantes a su entrenamiento de Grandes Ligas y lanzó en cinco partidos de la Liga del Cactus en la primavera de 2015. Luego se quedó en el entrenamiento primaveral extendido hasta su regreso el 4 de junio, asignado nuevamente a la filial Doble A en Richmond, Virginia.
"Yo no recuerdo cuales eran mis pensamientos justo antes de lanzar, pero si recuerdo que estaba bien emocionado", dijo Mejía, cuyo tatuaje en su antebrazo -- "solo Dios me puede juzgar" -- se ha convertido en un estilo de vida.
En su primera salida con Richmond, Mejía lanzó cuatro entradas sin hits de camino a una segunda mitad de temporada que culminó con una marca de 5-2 en 12 salidas, nueve de ellas como abridor, con efectividad de 2.45.
Tras su primera salida, el mánager de los Richmond Flying Squirrels, Steve Kline, dijo a milb.com que "su compostura [la de Mejía] estuvo mucho mejor de lo que he visto en el pasado. Pudo mover la bola a los lados del plato y se vio que tenía mucha confianza. Fue bueno verlo cómo y utilizando todos sus lanzamientos".
Al culminar la Serie Mundial en noviembre, Mejía fue añadido al roster activo de 40 hombres del equipo grande y ya tiene en sus manos una invitación al campamento primaveral de las mayores, uno de solo cuatro zurdos actualmente bajo contrato con los Gigantes.
Mejía lanzó cuatro partidos más en la Liga de Desarrollo de Arizona antes de unirse a los Gigantes del Cibao en la Liga Dominicana este invierno, en dónde terminó el año con marca de 1-0 y efectividad de 1.42.
Los Gigantes ya están eliminados de la temporada regular dominicana y es muy posible que Mejía sea reclamado como refuerzo para el round-robin, pero eso todavía no ha ocurrido.
Sin embargo, el lanzador ya está listo mentalmente para la primavera.
"De las cosas uno tiene que aprender", dijo Mejía. "Yo he trabajado duro. Ahora, lo único que puedo hacer es seguir trabajando".
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