La iniciativa de construir un campo de fútbol con todos los requisitos y la aprobación de la FIFA, es buena, saludable y oportuna.
Todavía más si no es un proyecto delirante, de esos que se anuncian, y luego se olvidan, puesto que como pudo verse al arrancar la semana, la obra va en serio.
Incluso hubo un hecho muy significativo: el primer acto no fue un picazo, como se acostumbra, sino paladas de tierra tomadas y echadas por figuras importantes de Santiago.
Gente notable de la principal universidad y del comercio y la industria de la ciudad Corazón. Gente que cree en la juventud y que apuesta al futuro.
El fútbol puede ir pensando en ponerse pantalones largos, aun cuando su auge y crecimiento no sea cosa de adultos, sino de niños y de adolescentes.
Se declara a cada momento que la juventud dominicana está perdida, pero cómo no estarlo si no se crean condiciones para que encuentre mejores perspectivas de vida.
Si el fútbol logra la acogida del béisbol, y al parecer esa la idea, habrá más entretención, pero sobre todo mayores posibilidades de desarrollo de los jóvenes.
Hay que aplaudir, pues, este primer gol.
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