viernes, 18 de octubre de 2013

Sin tijeras ni rasuradoras los peloteros



Cómo olvidar al lanzador Rollie Fingers y su bigote.


Abran paso que llegaron las barbas descomunales y descuidadas que parecen tener personalidad propia al béisbol. Y parece que están para quedarse.

Independientemente si le gusta o no, atrás quedó la imagen impecable de los peloteros y se repite un nuevo ciclo.

Sí, se repite.

Pues, otros fueron los pioneros en el arte de imponer modas llevando al extremo el crecimiento de sus vellos faciales a partir de la década del 1960.

Cómo olvidar al lanzador Rollie Fingers y su bigote que curveaba en las extremidades de la misma forma que lo hacían los hombres en el siglo 19. El bigote ayudó a que Fingers recibiera un bono de $300,000 cuando militaba con los Atléticos de Oakland.

También estaba el bigote del lanzador de los Yanquis de Nueva York, Goose Gossage, luego que George Steinbrenner le informara de su norma de una imagen limpia entre sus contratados.

Cuando se habla de barbas descuidadas dentro del béisbol, una de las primeras que deben venir a la mente es la de el ex lanzador de los Cardenales de San Luis y los Bravos de Atlanta, Bruce Sutter.

Sin embargo, el taponero Brian Wilson fue el causante de esta nueva moda al llevar su barba un poco más allá luego e ganar la Serie Mundial con los Gigantes de San Francisco en el 2010.



Entonces, la barbamanía llegó para quedarse y gracias a Wilson, quien ahora le coloca una liga para amarrar la miama, le acompañó su compañero Sergio Romo.

Este año vimos cómo se contagiaron jugadores de otros equipos comenzando como el jardinero Josh Reddick y el primera base Daric Barton, ambos de los Atléticos de Oakland.

Sin embargo, la excentricidad dejó de pasar por desapercibida cuando siete jugadores de los Medias Rojas de Boston hicieron lo mismo, al punto de halarlas unos a otros como parte de su rito de celebración cada vez que conectan un cuadrangular.

Se trata de los jardineros Mike Carp y Jonny Gomes, el segunda base Dustin Pedroia, el lanzador Ryan Dempster, Mike Napoli, y los receptores Jarrod Saltalamacchia y David Ross.

“Es como el vientre de una mujer embarazada. Todo el mundo quiere tocarla”, aseguró Dempster a la revista Sports Illustrated.

“No me gusta, lo amo”, prosiguió Dempster mientras le halaba la barba a Ross.

Pero, eso de que tus compañeros halen la barba puede traer ciertas complicaciones tomando en consideración que el primero en encontrarte en el plato es el siguiente bateador y que probablemente tiene resina en las manos.

Tal y como le sucedió a Pedroia en una ocasión ante los Orioles de Baltimore. El intermedista le recordó a los periodistas que debía ir a echarse un chorro a la cara, pues en la celebración se topó con “un grupo de muchachos con resina en todas sus manos”.

Por lo pronto, sólo hay una certeza. La barba de Ross podría desaparecer antes de que termine el mes.

“Me la afeitaré cuando ganemos la Serie Mundial. Es cuando quiero afeitarme”, sostuvo Ross, quien es conocido como “el Lobo”.

No hay comentarios.: