El merengue le ha puesto más sabor que nunca al baloncesto venezolano. Esta es la temporada que más jugadores dominicanos han recibido trabajo en la LPB, seis en total, y, debido al nivel que han mostrado, puede ese ser el primer paso para que emigren más importados de Quisqueya.
“Esta liga es muy buena y todos saben de ella. El dominicano en su país puede tener un mes promediando 6 puntos y va a estar seguro. Acá ellos saben que si no haces nada en dos juegos, te van a botar. Acá vienen a jugar, no a relajarse”, explicó el dominicano Derrek Baker, estratega de los Guaros de Lara, quien está llamado a integrar el cuerpo técnico de República Dominicana en el Premundial que se jugará este año en Caracas.
El timonel de los crepusculares agrega que en su país hay un límite de cambio de jugadores foráneos, a diferencia de Venezuela.
Jack Martínez, centro de los Guaros de Lara, es el principal referente de los merengueros en la disciplina en Venezuela. Ha jugado nueve temporadas en la liga, la que comenzó con Panteras de Miranda, después pasó a Cocodrilos de Caracas y ahora con Guaros.
Gerardo Suero llegó a las filas de Lara por recomendación de Martínez. Luis Flores actuó este año con Guaiqueríes de Margarita. Además, milita Edward Santana con Gaiteros del Zulia, Kelvin Peña con Toros de Aragua y Manuel Guzmán con Panteras de Miranda.
“En Dominicana hay mucho talento que sale del baloncesto colegial en Estados Unidos y luego queda varado en el país, no se muestra afuera. Esta liga es un buen trampolín”, opinó Baker.
“La liga dominicana y la venezolana no chocan. Estamos a hora y media en vuelo, además es la misma cultura. Todos están haciendo el trabajo y faltan muchos por ahí que van a venir. Creo que a un gerente y un técnico les facilita las cosas un dominicano que un estadounidense, también por el idioma”, destacó Martínez, quien esta temporada se convirtió en el líder en rebotes en una temporada en ronda regular.
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