La buena es que no sufrió fractura y que no sería colocado en la lista de lesionados tras recibir un golpe en el bíceps. Pero la mala es que todavía queda en duda cuándo reanudará sus funciones en el campocorto de los Yankees.
"[Pasé la noche] con dolor, pero estoy contento que no fue nada grave, no hubo rotura y de verdad contento por eso", dijo el dominicano previo al segundo partido de la serie de fin de semana de los Yankees ante los Tigres en Detroit.
Núñez fue el blanco de una recta del abridor de los Tigres Doug Fister en el partido del viernes en la tarde, que según el torpedero dominicano le causó un dolor que no puede comparar con algún otro sufrido en su carrera.
"Nunca había sufrido un bolazo así y es normal que esté hinchado y feo, pero lo importante es que no está roto. Voy a ver [en los calentamientos] qué puedo y qué no puedo hacer, de seguro no puedo tirar porque está muy hinchado y me duele mucho, pero si me necesitan para correr estaré disponible", añadió.
El infielder de 26 años, en su tercera temporada con el equipo neoyorquino, agregó que el preparador físico de los Yankees le revisó el brazo durante la mañana del sábado y que simplemente le pusieron un ungüento para el dolor en el bíceps derecho y luego será recubierto con un vendaje.
El dominicano se reafirmó en que seguirá al pie de la letra todas las indicaciones médicas, aunque admitió que para él lo ideal sería saltar al campo de inmediato.
"Ojalá fuera hoy, pero no puedo jugar, así que hay que ver qué tan pronto se recupera y coge los tratamientos. Estos son cosas que pasan y siempre van a pasar, [recibir un bolazo] es parte de la pelota y el miedo no es parte de mi juego", concluyó.
Núñez no tomó turnos al bate durante la práctica en el Comerica Park, aunque sí estuvo recibiendo rodados en el campo, sin realizar lanzamientos.
El manager Joe Girardi indicó que su condición se seguirá estudiando día a día y se negó a dar pronósticos sobre su regreso, aunque destacó que esperaba fuese pronto.
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