ESTRELLAS...SAN PEDRO DE MACORIS.- A los 19 años de edad, Miguel Sanó ha comenzado a escribir las primeras páginas de su actuación en el béisbol profesional dominicano.
Hay quienes apuestan que las suyas, serán páginas para la historia.
Sanó se convirtió este miércoles en uno de los jugadores más jóvenes de la historia en disparar un jonrón en el béisbol profesional dominicano, cuando disparó su primero de por vida, en el Estadio Tetelo Vargas.
“Sabía que se iba, pero esta es una liga de veteranos. Siempre hay que correr duro. Si no lo haces la próxima vez te la pegan (la bola)”, dijo el jugador que cumplirá sus 20 años el 11 de mayo del año próximo.
Su batazo fue un elevado por encima de la pared que está al lado del paredón verde del Estadio Tetelo Vargas, en su nativa San Pedro de Macorís, a un envío de Luis Perdomo, serpentinero de las Aguilas Cibaeñas.
“Fue una recta”, señaló Sanó sobre el lanzamiento. “Sólo estaba tratando de irme (batear) por encima del primera base. No andaba buscando jonrón”.
“Siempre he sido un bateador que no sólo basa su trabajo en la fuerza. También puedo irme hacia la banda contraria”, explicó Sanó, en una entrevista para el programa Deportes Entre Nosotros, el cual se transmite de lunes a viernes, de 12:00 a 1:00 de la tarde, por la emisora de radio Neón (89.3 FM). También puede ser sintonizado en la Web, en el Site: www.neon.89.com.
“Este año, en los Estados Unidos, la mayoría de mis jonrones fueron del centro hacia la derecha, ya que se mantenían lanzándome afuera. Pero cuando lo hacían adentro, también podía halar la bola”, refirió el bateador de más jonrones este año, en la Liga del Medio-Oeste (Clase A), con 28 batazos de corrido completo. También fue el líder en carreras empujadas (100).
Este miércoles, Sanó también disparó un sencillo al bosque derecho (en su segundo turno) y otro al izquierdo (en su primer turno). Sobre ese primer hit, recordó que haló un slider que estaba “colgando”.
Sanó estuvo en la alineación de las Estrellas este miércoles por casualidad. Poco antes del inicio del partido, Junior Lake, un torpedero que ha estado jugando en los últimos partidos en la tercera base, fue avisado de la muerte de un tío, por lo cual, el jugador hubo de abandonar el estadio, para unirse a sus parientes, en ese momento de dolor.
“Me dio pena, porque él es un chamaquito humilde y tener que pasar por ese momento”, dijo Sanó sobre el más experimentado Lake (de 22 años).
“Sí él es muy joven”, repuso el casi mozalbete Sanó, cuando se le señaló que llamó chamaquito a Lake, algo así como el conejo llamando orejudo al burro.
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