Es conocido por todos que se han hecho innumerables denuncias en los aspectos sociopolíticos y es por ello que en la esfera de la República Dominicana los partidos políticos fundamentan sus campañas en los actos de corrupción cometidos por partidos opositores; sin embargo, el ámbito deportivo no escapa a esta práctica.
En el área del béisbol han salido a la luz pública innumerables casos: firmas de peloteros con nombres falsificados, con edades que no son las de ellos, que cambian su estatus social para conseguir una firma, tráfico de peloteros de otras naciones hacia República Dominicana, sobre todo cubanos, que vienen violentando reglas fronterizas en sus naciones y que aquí legalizan su estatus a pesar de haber violentado leyes establecidas en un país.
También la práctica del baloncesto, el deporte preferido por los jóvenes más humildes de la nación, no escapa a esta nefasta práctica, y muchas veces, los casos sonoros se quedan en el anonimato y no salen a la luz pública.
Se ha dicho que en la vida es un negocio y el dinero todo lo compra, pero no a la magnitud de que incluso entrenadores oficiales, para admitir determinado atleta en un equipo que se le asigna, estos deben pagar sumas de dinero para quedar en el roster final, incluso, varios dirigentes que se pasean por las distintas provincias de país tienen determinados acuerdos con jugadores; dándose el caso de que para ellos dirigir a determinados equipos deben contratar a determinados refuerzos nacionales, quienes deben darle a su vez un por ciento de leo que se le pagará.
Todo parece un engaño y un marasmo, siendo el más perjudicado la práctica del baloncesto nacional. Cuántos atletas con grandes condiciones en este deporte, pero por ser de clase social humilde no logran escalar en los distintos clubes de sus comunidades o provincias, ya que los dirigentes prefieren mantener una especie de monopolio económico, exigiendo sumas de dinero para promover determinado profesional del deporte del aro y el balón.
La denuncia, aunque parezca hasta cierto punto fantasiosa, no es alejada de la realidad, y lo que se pide es que en estos momentos que se intenta darle otra dimensión al baloncesto se realicen investigaciones en la materia, ya que con esto se lograrán enormes beneficios en el sentido de que la Fedombal podría tener dominio sobre la condición de cada uno de los actores fundamentales de cada torneo provincial e integrarlos en los mejores intereses dominicanos.
A caso no llama la atención que en los distintos torneos provinciales que se realizan en el país prácticamente se trabaja con las mismas figuras que en verdad poseen calidad, porque son atletas consagrados, pero la pregunta es ¿No hay un relevo generacional que los sustituya y empiece a descollar en el área? ¿Se le pone trabas o facilidades a los atletas de categorías menores para lograr su ascenso al superior? Santiago y otras provincias poseen un sinnúmero de reclutados entrenadores que deben ser los primeros que expliquen esta problemática.
¿En verdad existe corrupción por parte de los dirigentes y entrenadores de baloncesto o es un puro cuento que solo intenta hacer daño a la imagen de este deporte? O ¿Es pura coincidencia que determinado dirigente, durante un año de trabajo, tenga siempre la misma pareja de refuerzos, incluso en cuatro torneos en diferentes ciudades del país? ¿Es que el esquema es el mismo en todas partes o existen acuerdos previos que deben ser rotos mediante investigaciones en la materia?
La LNB se puede beneficiar investigando el particular, ya que cada ciudad posee un sinnúmero de talentos que son preparados por entrenadores, los cuales son los encargados de abrirle paso o de determinar si tienen o no condiciones para triunfar.
También sería beneficioso para la liga preparar mejor los directivos de clubes, los atletas y dirigentes, capacitarlos, entrenarlos, reclutar personal tal como haría cualquier empresa de acuerdo a calidad y rendimiento.
Cada una de estos aspectos que pueden ser negativos, al ser aclarados, solo irán en pos de los mejores intereses del baloncesto.
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