República Dominicana comienza hoy su participación en el torneo preolímpico mundial en el cual comparte el Grupo C junto a Rusia y Corea del Sur.
Aunque muchos piensan que son pocas las oportunidades y abogaban porque no se asistiera al certamen, hay otros que ven el vaso “medio lleno” en vez de “medio vacío”.
Lo primero es que el equipo dominicano se ganó la clasificación a ese certamen en la cancha con su medalla de bronce en el Preolímpico de Fibaaméricas del año pasado.
Además hace más de 30 años que el país no tiene a su selección enfrentando a países más allá de sus fronteras continentales.
Un par de triunfos en ese torneo ayudaría a mejorar el número en la clasificación (25) de la Federación Internacional de Baloncesto (Fiba).
Entrando a la posibilidad de avanzar y tomando como base los pasos económicos, deportivos y organizativos que se han dado, el equipo dominicano tiene chance, dependiendo de las circunstancias, de “hacer el milagro”.
El primer paso es clasificar a los cuartos de final. El partido clave de la primera ronda es frente a Corea del Sur. Un triunfo aseguraría el segundo lugar y el pase a los cuartos, dando por descontado una derrota ante la potente Rusia.
En los cuartos, lo más probable es que el país se enfrente al ganador del Grupo D que integran Macedonia, Nueva Zelanda o Angola. Las probabilidades apuntan que sea el primero o el segundo.
Ese sería el segundo encuentro más importante.
Macedonia fue la sensación en el Preolímpico Europeo con su cuarto lugar y victorias sobre equipos como Lituania, Eslovenia, Grecia y Bosnia y Herzegovina.
Un posible enfrentamiento con el país que antes pertenecía al territorio de la antigua Yugoslavia sería muy difícil, pero no imposible de ganar.
Superado ese obstáculo, llegaría el partido de semifinales, que según la proyección tendría como oponente a Lituania, Grecia o Puerto Rico.
Una victoria en esa instancia significaría la clasificación para Londres. Pero todavía perdiendo quedaría una última oportunidad.
Esa sería en el choque entre los perdedores de las semifinales que definirían el último puesto disponible para los Juegos Olímpicos.
El camino no será fácil. Habrá que hacer un trabajo titánico.
Las probabilidades siempre van a estar en contra en un torneo de tal alta magnitud con 12 equipos de los cinco continentes luchando a “tablero partido” por alcanzar el sueño olímpico.
Pero en medio de todos estará un país “colocado en el mismo trayecto del sol” donde a la “casualidad se le llama chepa” y su moneda es reconocida por mil y un apodos.
Pero con el orgullo, el arrojo y la buena organización, además de los recursos económicos y humanos y un poco de suerte, nada es imposible.
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