JORGE MOREJON....El venezolano Pablo Sandoval fue el jugador latino más destacado en la última semana de la temporada del 2011.
Pero, ¡vaya casualidad! El Kung Fu Panda abre la campaña del 2012 con igual merecimiento.
Casualidad aparte, es innegable el talento de Sandoval, quien a sus 25 años, parece listo para escalar a otro nivel en esta temporada.
En sus primeros ocho turnos, el venezolano pegó cuatro hits, incluidos un doblete y un cuadrangular, para average de .500.
El antesalista de los Gigantes de San Francisco anotó una carrera y empujó tres, tuvo un promedio de embasamiento de .556 y slugging de 1.000.
Por su parte, el dominicano Rafael Furcal ha conseguido junto con David Freese, que los Cardenales de San Luis no extrañen por ahora a Albert Pujols.
El veterano Furcal sonó siete cohetes en 14 veces (.500), dos de ellos dobles, anotó una carrera e impulsó dos. Además, se robó dos bases. Su OBP fue de .533 y su slugging de .643.
Sólo su compañero de equipo, Freese, consiguió tantos hits en estos primeros días en la Liga Nacional.Otro que arrancó bien fue el cátcher panameño Carlos Ruiz, una de las piezas claves de lo que puedan hacer los Filis de Filadelfia.
Ruiz, estelar con los arreos, intenta mejorar su ofensiva y en sus dos primeros partidos del 2012 no lo hizo nada mal: cuatro hits en seis turnos (.667) para encabezar el viejo circuito en average.
Todos los imparables del itsmeño han sido sencillos y tiene además una carrera impulsada.
Sobresaliente estuvo también el jardinero de los Astros de Houston J.D. Martínez, quien tras dar en el 2011 una pequeña muestra de su talento, fue colocado en el tercer turno de la alineación apenas en su primer año de titular.
El cubano, cuyo nombre completo es Julio Daniel Martínez, disparó tres hits en ocho veces, para average de .375, con una carrera anotada y tres remolcadas.
Entre sus hits, súmenle un biangular y un vuelacercas, cn lo que su slugging se elevó hasta .875.
Frío, frío
En el inicio de la campaña, los Marlins de Miami pareciera como si hubieran dejado olvidados sus bates en casa.
Dos piezas importantísimas en las aspiraciones del equipo de la Capital del Sol, el dominicano Hanley Ramírez y el cubano Gaby Sánchez, han estado anémicos a la ofensiva, al acumular un hit en 11 turnos cada uno, para un raquítico promedio de .091.
Curiosamente, los hits de ambos han sido extrabases: un bambinazo de Hanley con uno en circulación y un doblete de Sánchez, quien aún no ha impulsado su primera carrera.
Pero aún le ha ido al panameño Rubén Tejada, colocado como primero en la tanda de los Mets de Nueva York, ante la lesión del puertorriqueño Andrés Torres.
Tejada se fue en blanco en sus seis primeros turnos (.000), al igual que el dominicano Juan Uribe, de los Dodgers de Los Angeles, que aún no ha visto la luz en ocho visitas al plato.
Para esta selección se tuvieron en cuenta las estadísticas desde el miércoles 4 hasta el sábado 7 de abril.
El cubano Yoenis Céspedes tiene ya algo que contarle a sus nietos: en su primera semana en las Grandes Ligas, fue el líder absoluto en jonrones y carreras impulsadas.
Es cierto que apenas ha jugado en cuatro partidos, pero a fuerza de batazos, Céspedes ha comenzado a despejar las dudas que aún lo rodean. En sus 13 primeros turnos, el jardinero central de los Atléticos de Oakland ha pegado cuatro hits, todos de extrabases, pues tiene un doblete y tres bambinazos, incluido su primero, en Japón, que sirvió para impulsar las carreras del empate y la victoria, única por cierto que tiene hasta ahora su equipo.
Además, Céspedes, fichado por 36 millones de dólares por cuatro años sin jamás haber jugado un inning en las Mayores, ha sido el máximo impulsador, con siete, en tanto ha sido golpeado dos veces por el mismo pitcher, el derecho venezolano Félix Hernández.
Su promedio de embasamiento es de .400 y su slugging astronómico: 1,077.
Y si bien encabeza los departamentos de jonrones y remolques, también va puntero en ponches recibidos, siete en total, poco más de uno cada dos turnos.
Esa es precisamente una de las dudas que genera el cubano, quien en nueve ocasiones que ha fallado en la temporada, siete han sido sin encontrar la pelota.
Puede que supere el récord de más abanicados para un novato (185). Puede que supere los 200 ponches. Puede que estemos en presencia de la versión caribeña de Mark Reynolds.
Pero si además de engullirse 200 chocolates, es capaz de despachar 30 o 40 pelotas sobre las cercas y remolcar un centenar de carreras, habrá justificado su salario. Otro que sobresalió en esta primera semana fue el dominicano Carlos Peña, quien fue recibido con alfombra roja por los fanáticos en Tampa.
En esta corta semana, Peña se fue de 8-4 (.500), con dos anotadas y seis empujadas, un jonrón con bases llenas y .600 de promedio de embasamiento (OBP).
En su primer turno de regreso a la alineación de los Rays, el viernes, el quisqueyano le botó la pelota con la casa llena a CC Sabathia.
Y en el final del noveno, remolcó la carrera del triunfo ante el mejor cerrador de la historia, el panameño Mariano Rivera.
Otro que regresó, aunque este de una prolongada lesión, fue el cubano Kendrys Morales, de los Angelinos de Los Angeles.
Y en sus dos primeros juegos, ha sido el mismo recio bateador que cuando se lesionó el tobillo en el 2010, al celebrar un grand slam.
Morales ha pegado de hits en cinco de sus siete primeras visitas al plato, para average de .714, con un doblete y dos carreras anotadas.
Uno que seguramente veremos con frecuencia en la lista semanal de destacados es el venezolano Miguel Cabrera, quien ya comenzó a producir en tándem con Prince Fielder para los Tigres de Detroit.
Cabrera lleva de 6-2 (.333), ambos hits son jonrones, dos anotadas, tres impulsadas, tres pasaportes, .556 de OBP y slugging de 1,333.
Frío, frío
Otro que no ha empezado a su ritmo habitual es el dominicano Adrián Beltré, de los Rangers de Texas, quien no ha pegado aún su primer hit en siete ocasiones.
Para esta selección se tuvieron en cuenta las estadísticas desde los dos juegos celebrados entre Oakland y Seattle en Japón, en 28 y 29 de marzo, hasta el sábado 7 de abril.
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