El torneo de Santiago, que algunos lo ven ya como el mejor de todo el país, tiene un torniquete, que mantiene en veremos a jugadores y directivos. Sin embargo, según plantean, no es necesario apretar el botón del pánico para un evento que comienza el próximo 29 de febrero.
Un desembolso de seis millones de pesos, que se espera lleve a cabo en cualquier momento el presidente de la República, Leonel Fernández, es la llave que permitirá la tan ansiada competición en el lujoso escenario de la Arena del Cibao Oscar Gobaira.
La situación económica mantiene alejados a algunos jugadores de sus respectivos entrenamientos y solo la palabra empeñada de sus directivos es la que probablemente permitirá que se acerquen otra vez a los entrenamientos.
El conjunto del Plaza Valerio es el más afectado. Sus principales jugadores, hasta el domingo, estaban lejos de integrarse. Luis -Minino- Cabrera, José Olivero, Andrés Sandoval y los refuerzos Edward Santana y Juan Pablo Montás, entre otros, son esperados por el técnico José Domínguez, que solo tiene a Charlie Rodríguez como figura principal, así como la reintegración este año de Ángel Pichardo. El resto deberá luchar por ganarse un puesto.
“Para nadie es un secreto que el torneo pasado terminamos la parte técnica satisfactoriamente”, manifestó el secretario de la Abasaca, Marcos Pichardo, “pero la parte económica se convirtió en un gran problema, tanto para los clubes como para la misma Asociación de Baloncesto de Santiago”.
“Los clubes junto con nosotros (Abasaca) nos hemos planificado mucho mejor, porque ya sabemos la cantidad de dinero que le va a entrar a la Asociación y a los clubes, eso quiere decir que estamos trabajando más coordinado”, planteó el vicepresidente de la entidad, Marcos Salcé. El presidente de la Abasaca, Edsel Vila se encuentra en Estados Unidos.
El punto clave
En 2011, durante el torneo, la Abasaca recibió la promesa del presidente Fernández de que entregaría seis millones de pesos. Amparado en eso, los clubes se recostaron de esa suma y como tal, invirtieron aun más en mejorar sus equipos.
El dinero no llegó y eso ha generado deudas impagables, a esta fecha. “De manera global hemos estimado en 4.5 millones de pesos, la deuda a suplidores y jugadores”, señala Pichardo.
Es por eso, destacan ambos directivos, que lo único que salvaría el torneo es la llegada de ese fondo, que se espera sea esta semana, ya que se ha conversado con el secretario Administrativo de la Presidencia, Luis Manuel Bonetti, y se ha informado que para esta semana se desembolsarán tres millones de pesos.
Se cumplirá a los jugadores, pero...
Salcé y Pichardo coinciden en que para nada los jugadores deben de preocuparse. Presidentes y gerentes están en la misma onda. Unos jugadores sí y otros no, están en direcciones opuestas al planteamiento de los oficinistas.
“El esfuerzo que hemos estado empleando en el comité organizador como en la Asociación es que se le responda tanto a los suplidores como a los jugadores, que son la materia prima fundamental de un evento”, sostiene Pichardo.
En la cancha opuesta están los jugadores esperando a ver la ofensiva económica. “A nosotros no se nos ha pagado”, dice Osvaldo López, del equipo Cupes. “Estamos esperando que el Gobierno nos ayude. No sé qué pasará de aquí al 29, porque con nosotros los jugadores no se ha hablado”.
Algunos jugadores en el torneo, probablemente no reciban aumentos salarial, aunque siempre los más afectados son los nativos, raras veces los refuerzos.
Charlie Rodríguez, un pívot del Plaza Valerio, está positivo también, pero sin cerrar las puertas a decisiones inesperadas. “Nosotros estamos entrenando”, dice Rodríguez. “No decimos que no vamos a jugar porque nunca se sabe”.
Ese realmente es el punto al que menos esperan llegar los directivos de Abasaca y de los distintos clubes. Para alejar esa posibilidad, la Abasaca llegó a un acuerdo con la Comercializadora de Eventos Dominicana, representada por Sandy Firpo y Anthoy Marte.
“Lo que estamos trabajando junto con la Comercializadora es que la seguridad económica les permita a los clubes presentar buenos equipos en cancha”, señaló Pichardo.
Un tope salarial con penalidad
La lección aprendida del pasado año ha obligado a que la Abasaca y los seis clubes del superior (Plaza Valerio, Club Domingo Paulino, Pueblo Nuevo, Cupes, Sameji y el Gregorio Urbano Gilbert) tomen medidas preventivas, tendentes a contrarrestar el mal momento que atraviesa el torneo.
Uno de esos puntos es el tope salarial, el cual ya existía, pero aparentemente en el papel. “Antes establecimos el tope, nos dio resultado”, precisamente luego de una crisis, “pero muchas veces, el afán y el deseo de ganar obnubila a nuestros dirigentes y se van por encima muchas veces por la capacidad de gastos”.
La nueva medida sugiere que el tope salarial sea más rígido en su aplicación. Antes sólo funcionaba para los jugadores. “Este año se hizo por equipo y hay multas en los reglamentos para que se cumpla, tipo NBA, tipo Grandes Ligas”, explica Salcé.
Eso se traduce en que el equipo que sobrepase el tope que ronda, para incio de temporada, “los tres millones de pesos”, dice, entonces deberá pagar una penalidad a la Abasaca.
El acuerdo con el que se llegó con la Comercializadora es por cuatro años e involucra un monto aproximado de 100 millones de pesos, “lo cual nos da cierta seguridad”, dice Pichardo, pero eso no encierra la deuda de 2011. Eso sí, ya hay frutos del convenio, pues como adelanto, los clubes ya han recibido un monto de 400 mil pesos.
Garantizan un evento atractivo
Además de que los equipos estarán rodeados de calidad, es la promesa, el torneo ofrece otros puntos para ser seguido, cuando se inicie el próximo 29.
La seguridad es uno de ellos. Habrá cámaras de video tanto en el área interna como externa de la Arena. Eso ha dado como resultado sanciones a personas, dentro y fuera de la cancha.
También habrá espectáculos para la familia, porristas de cada equipo (cheerleaders) y una mascota. “El 29 de febrero habrá baloncesto a partir de las 7 de la noche”, dijo Pichardo.
Puntos de vista
Osvaldo López, del Cupes
Hasta ahora no estoy desesperado con el dinero que me deben, porque como ven estoy aquí fajado con mi equipo, me enfoco en lo que tengo que hacer. Ya tienen el torneo montado, pero nosotros no sabemos nada. Los clubes sí han hablado con nosotros, lo que es la dirección técnica del torneo no nos ha dicho nada”.
Charlie Rodríguez, del Plaza Valerio
No decimos que no vamos a jugar porque nunca se sabe, pero estamos esperando que el señor Presidente de la República iba a pagar la deuda del año pasado. Creo que lo va a cumplir, es un Presidente responsable. Estamos esperando eso, porque a todos los jugadores se nos debe una cierta cantidad”.
Persio Veras, pdte. del GUG
La crisis económica está superada, pues tienes cómo hacer un presupuesto. Si te excedes de él, son opciones de los equipos. Lo que tenemos que hacer los gerentes de los equipos es salir y colocarlos en varias empresas y que las mismas ayuden a los clubes de Santiago para un buen torneo.
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