LICEY...SANTO
DOMINGO.-La exportación dominicana hacia el béisbol de los Estados
Unidos va más allá de la producción de peloteros, coaches, dirigentes y
ejecutivos. Ramón Ferrer es un árbitro nativo del paraje El Cacique,
Monte Plata, que viene de trabajar en los niveles Clase A avanzada y
Doble A.La historia de Ferrer inicia como la de todos los dominicanos
que se enamoran del béisbol a temprana edad y comienzan a soñar con
jugar en los grandes escenarios.
“Jugaba
béisbol y mientras lo hacía veía con pasión los árbitros que trabajaban
el partido. En aquel momento, no sabía por qué me gustaba verlos
trabajar, tenía ese sentimiento dentro de mí”, relató Ferrer, quinto
hijo del agricultor Ireno de Jesús y la señora Asia Ferrer (ama de
casa).
Contó
que los días que no jugaba se ofrecían para ser el umpire en los
partidos que se realizaban en la Liga Isidro Santana, para la cual
jugaba. “Era algo indescriptible, me gozaba cada decisión que tomaba”,
exclamó.
A
los 18 años lo chocó la realidad que vence a la inmensa mayoría. No
pertenecía a la casta privilegiada con el talento para hacer una carrera
de pelotero profesional.
“No
era tan bueno y tenía que iniciar mis estudios universitarios. Para
entonces, me invitaron a unas clínicas para árbitros, organizadas por
Sedefir en Monte Plata con miras a los juegos nacionales pautados para
el 2002 y al instructor Mirel Zayas, antiguo umpire de Lidom, quien
desde el primer día dijo que me convertiría en un profesional”, explicó
el juez de 28 años.
Ferrer
inició así un camino que incluyó todos los niveles “desde pampers hasta
viejas glorias, pero hoy en día agradezco a Zayas por haberme dado la
oportunidad de trabajar cada una de esas categorías porque me han
ayudado en mi desarrollo y conocimiento del juego”.
Recordó
que comenzó a estudiar educación física, pero las exigencias del
trabajo lo hicieron concentrarse en su labor entre las líneas de cal.
Parada obligatoria
La
Liga Dominicana de Verano, nivel rookie del sistema de Grandes Ligas
que se juega en el país, era una parada obligatoria para Ferrer en 2004 y
en esa liga fue visto por Jorge Bauza, instructor de árbitros del
sistema de Ligas Menores y la Confederación del Caribe.
“Bauza
me instruyó a trabajar duro cada día y al pasar los meses recibí una
invitación de parte de él para asistir a los entrenamientos que se
realizan al comienzo de cada temporada de béisbol invernal”, explicó.
Tras
participar en esos entrenamientos durante tres años, fue asignado en
una lista como árbitro en reserva y la oportunidad llegó en la estación
2006-07, cuando la liga trabajó solo con criollos.
“Trabajé
20 partidos y en 2009-10 me colocaron a tiempo completo. Para entonces,
me había convertido en el primer dominicano en tener contrato para
trabajar en los Estados Unidos a nivel de las Ligas Menores”, apuntó.
Ese proceso había discurrido por medio a la Liga de Verano y a la National Association, entidad que rige las menores.
“Bauza
me ayudó a conseguir una beca para ir al Umpire Camp 2008 en Los
Ángeles, California, donde pude mostrarme y ante supervisores de Grandes
Ligas y de las menores para optar por otra beca para ir a la escuela de
árbitros de Florida en enero del 2009”.
Todo
fluyó. “Gracias a Dios me fue súper bien y al mes y ocho días me
eligieron dentro de los 25 mejores alumnos en un grupo de 110. Sólo 15
éramos latinos. Eso me permitió ir a las evaluaciones de la corporación
de árbitros profesionales de los Estados Unidos para buscar un empleo en
las menores”.
Y con 50 oficiales peleando por nueve empleos disponibles, Ferrer entró al negocio.
Proyectado para las Grandes Ligas
Ferrer
ha sido el único dominicano que ha trabajado en el béisbol organizado
de los Estados Unidos y es una esperanza para que los criollos debuten
en Grandes Ligas en la difícil faceta.
“Es
excelente. Los norteamericanos dicen que lleva buen ritmo y esperamos
que mantenga esa carril”, indicó Rafael Uribe, supervisor de los
árbitros del béisbol invernal.
Lucas
Gómez trabajó en el béisbol de México en las décadas de 1970 y 80 y
otros umpires del patio han estado en el sistema universitario.
Recientemente, Domingo Polanco y Félix Tejeda participaron en un curso
para trabajar en el próximo Clásico Mundial. “Estarán en las
eliminatorias y podrían pasar a las siguientes rondas”, informó Uribe.
Hombre de familia y amante del trabajo
Ferrer está casado con Fiordaliza Frías y es padre de Adrián. Dice que tiene mucho que agradecer.
“Gracias
a Dios y la ayuda de mis supervisores que día a día tratan de ayudarme a
mejorar. Rafael Uribe, Jorge Bauza y mis compañeros han sido un soporte
importante, lo mismo que mi familia”, expresó el hombre que ayer
trabajó en la antesala durante el partido entre Toros y Licey, celebrado
en La Romana.
Ha
trabajado tres temporadas en Estados Unidos y ya escaló al nivel Doble
A. Este verano fue promovido a mitad de temporada desde la Florida State
League a la Eastern League, circuito donde juegan los mejores
prospectos del negocio.
“Es
un tanto difícil la adaptación al comienzo. Mi inglés cuando empecé no
era tan bueno, además tenemos culturas muy diferentes, pero gracias a la
educación que me dieron mis padres he podido convivir con ellos, al
punto de que mis compañeros me llaman o me escriben”, concluyó.
Por Neftali Ruiz
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