Por Mario Emilio Guerrero..VG..El
pasado miércoles concluyó el torneo 2011 de la Liga Scotiabank LNB con
la coronación de los Leones de Santo Domingo como campeones.
La
justa nuevamente resultó un éxito, gracias al esfuerzo de un nutrido
grupo de personas que desde el pasado año trabaja de manera incansable,
para que el circuito consiga afianzarse como el principal evento del
baloncesto dominicano.
Los
principales garantes de triunfal desarrollo de la justa son, el
licenciado Federico Lalane José, presidente de la LNB, así como los
accionistas y principales directivos de las 8 franquicias que integran
la liga.
Lalane y su equipo de trabajo lograron superar todos los obstáculos y como buenos capitanes condujeron la nave a puerto seguro.
Los
responsables de estructurar, manejar y administrar los equipos que cada
día salieron al tabloncillo a competir, también son acreedores del
victorioso desenvolvimiento de la justa.
Correctivos
Sin
embargo, a pesar de la feliz culminación del certamen, aún quedan
muchos aspectos que mejorar y por ello, quienes tienen en sus manos las
riendas de este ambicioso proyecto que es la LNB, están en la obligación
de enmendar entuertos y tomar los correctivos de lugar.
De
no ser así, se corre el riesgo de que los errores se repitan y hasta se
magnifiquen, poniendo en peligro todo lo que hasta ahora se ha
alcanzado.
Del
campeonato recién finalizado se pueden destacar muchas cosas positivas,
la puntualidad en los horarios, la logística impecable en el montaje de
los partidos, la profesionalidad de las transmisiones de radio y
televisión de cada franquicia, las condiciones de higiene de las
instalaciones, entre muchas otras cosas.
Puntos a mejorar
Pero
también hay que avanzar en otros renglones, en pro de que cada edición
del torneo sea superior a la anterior, en cuanto al nivel organizativo.
Entre
los puntos a mejorar figuran, los parqueos, el acceso y salida de los
vehículos de las instalaciones, la seguridad e iluminación en el entorno
de las sedes y la vigilancia dentro de la cancha.
A
parte de todo eso, hay algo aún más importante que hay que mejorar y
tiene que ver con la responsabilidad de los directivos de los equipos en
el orden institucional.
Quienes
están al frente de las franquicias deben que despojarse de fanatismo y
dejar a un lado las pasiones, a la hora de evaluar situaciones que
puedan dar al traste con la liga.
Este
es un aspecto de vital relevancia, porque si se anteponen los intereses
particulares a los del circuito, la LNB estará destinada a fracasar.
Profesionalidad
y respeto a los reglamentos, por encima cualquier aspiración personal,
debe ser el estandarte enarbolado por todos aquellos que estén
comprometidos con éxito de la entidad.
Principales garantes
Siempre
he sostenido que los principales garantes de un futuro halagüeño de la
LNB son los propios inversionistas de las franquicias.
Si
usted revisa el listado de accionistas de los equipos del circuito, se
encontrará con representantes de poderosos emporios económicos de
nuestro país, empresarios que con su prestigio y respaldo financiero,
están contribuyendo al desarrollo del baloncesto dominicano, a través
del montaje de un evento de primera categoría.
Son
personas que no arriesgarían el bien ganado prestigio de sus familias,
prestándose a componendas para conquistar un título. Me refiero a gente
cuyos apellidos son sinónimo de éxito y grandes realizaciones, con cuyas
contribuciones ya quisieran contar otras disciplinas deportivas.
Aunar esfuerzos
En
fin, otro buen certamen organizado por la LNB, entidad que no debe
dormirse en sus laureles, sino aunar esfuerzos entre todos aquellos que
de una manera u otra tienen que ver con la operación del circuito, para
que juntos puedan construir un torneo del cual todos nos sentimos.
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