jueves, 18 de agosto de 2011

LITUANIA DERROTA A ESPAÑA 88-76 RUMBO A EUROBASKET

ACB----

España demostró que es de carne y hueso y que un mal día en el Eurobasket se puede pagar con derrota. El equipo español evidenció esta realidad con una dura derrota en su visita a Lituania (88-76) que es un claro mensaje de lo difícil que será revalidar título, precisamente, en el país báltico.

España no estuvo a la altura de la exigencia del partido y desde el primer minuto se vio superada por la intensidad y animosidad con la que Lituania afrontó el encuentro. Fruto de ello fue el contraste emocional de ambos equipos en al primera mitad. Si bien España se bloqueaba en ataque, no encontraba a sus pívots y sólo el tiro libre era una vía fiable de anotación, Lituania sumaba tanto por dentro como por fuera. Sus pívots abrían la lata de inicio, los exteriores fulminaban con tres triples seguidos en mitad de del segundo cuarto y en todo ese escenario un hombre, Mantas Kalnietis, reinó a sus anchas.

El tercer cuarto fue el de la redención porque España se volvió a vestir de España y encontró el camino que le debe llevar a grandes metas en el próximo Eurobasket. Pau Gasol (18 puntos) fue el faro que guió la ofensiva española (si en la primera mitad sólo se sumó 33 puntos, en 10 minutos se lograron 25) y la defensa comenzó a dar síntomas de mejoría. No fue la mejor versión de España pero al menos sirvió para poner el partido por debajo de los 10 puntos de renta.

La lástima es que Lituania pasó ese mal momento y se agarró a su pista y al ánimo de su hinchada para resistir el empuje de España. Al final el equipo de Sergio Scariolo tuvo opciones para culminar la remontada, pero la veteranía de Lituania fue suficiente para ganar el partido y dar un toque de atención a una España que seguro tomó buena cuenta de lo acontecido en Kaunas.


Lo que mal empieza…

España podía esperar a un rival muy motivado, una grada vibrando y un arbitraje de todo menos favorable, eran condiciones que en un amistoso preparatorio nunca van mal, pero quizá el inicio de partido superó lo esperado. Un vendaval lituano azotó a España con una presión defensiva que asfixiaba a los exteriores españoles y una intensidad en toda pista que acababa en contraataques que daban una ventaja inicial preocupante (13-4).

El tiempo muerto de Scariolo temperó la adrenalina del encuentro pero la diferencia se estabilizó porque España encontró el camino del aro lituano a través de la línea de tiros libres. Navarro yRudy sumaban poco a poco, porque Lituania cerraba las líneas de pase a los pívots españoles.

Todo lo contrario sucedía en Lituania que si bien con el transcurrir de los minutos fue perdiendo efectividad, encontraba siempre opciones de canasta cerca del aro con Robertas Javtokas oDarjus Lavrinovic (19-12). Por entonces España cambió su guión, los artistas dejaron paso a hombres del banquillo que salieron con la misión de frenar el ritmo anotador del rival. Por momentos los consiguió y Ricky Rubio logró poner a los de Scariolo a cuatro puntos de desventaja, aunque un mate final volvía a levantar al público de sus asientos y provocar la sonrisa en Lituania (25-19).

La reanudación no cambió mucho el escenario donde se desenvolvían unos y otros actores. El principal era Mantas Kalnietis que maneja los hilos de su equipo con maestría y bien anotaba por sí mismo o situaba a sus compañeros en franca disposición para que aleros e interiores siguieran haciendo mucho daño en la zona española (31-23).

Lituania decantaba el partido en la zona pero comenzaba a romperlo con dos triples de Jasaitis(genial toda la noche) y Kalnietis. Ni la presencia de los hermanos Gasol daba el poso ofensivo y la agresividad atrás suficiente para que el gris panorama español cambiara de color. Scariolo tenía que volver a llamar a filas a sus hombres, corregir muchas cosas y buscar soluciones desde el banquillo a lo que se producía en la pista.

El objetivo táctico era claro, pero la realidad era distinta y Lituania extendió su momento hasta lograr un parcial 11-0 que ponía una renta de 16 puntos (42-26). Era un momento preocupante, tanto por lo que decía el marcador como por lo que se veía en la pista. Un atisbo de reacción llegó con Marc Gasol anotando cinco puntos seguidos. Mínimo momento de esperanza que puso a España a 11. Un espejismo.

Kemzura cortó ese momento con un tiempo técnico, Lituania volvió a despertar y cerrar una gran primera parte con un nuevo parcial 8-2 que dejaba al descanso una renta de 17 puntos de desventaja (50-33). Lituania en 20 minutos conseguía desarbolar todo el entramado defensivo español que tantos elogios había despertado días atrás. Tocaba cambiar la cara y reaccionar.


… mal acaba

A la vuelta de los vestuarios España quiso cambiar de guión y recuperar su discurso habitual. Pau Gasol era el objeto de todos los balones, pero Lituania se mostraba muy dura atrás y más sobre el pívot. Como no todo era falta señalada el equipo báltico conseguía el objetivo de dificultar las acciones del rival y un nuevo triple le ponía con 20 puntos de diferencia (55-35).

Esa canasta sería la última que vería Lituania con facilidad durante muchos minutos. No era normal que los españoles estuvieran tan desacertados y ese momento crítico despertó su más primario instinto ganador. Y todo cambió.

Lo que antes eran despistes, ahora eran aciertos. Cuando antes un balón dividido era para los anfitriones, ahora acaba en manos españolas. En resumidas cuentas, España había aterrizado en Kaunas. Pau Gasol comenzó a sumar canastas en juego. Su presencia es desequilibrante incluso en un día regular y el equipo comenzó a beneficiarse de su superioridad en la zona. Podía recibir golpes o ayudas, pero por momentos todo parecía estéril y España logró un parcial 0-9 (59-49) que devolvió la emoción al partido.

Lituania pagaba el esfuerzo realizado, además, la lesión de Javtokas y las precauciones defensivas por sus problemas de faltas les hacían ceder en defensa. En ataque, una sequía de dos minutos y medio también hablaba de desacierto. El resultado era cuarto finalizado para la ilusión y otro por delante con la esperanza de culminar la remontada (65-58).

Con la canasta que abrió el último cuarto, España siguió soñado con la remontada nunca estuvo tan cerca y un triple de Llull pudo dejarla a sólo dos puntos de su adversario. Sin embargo su canasta no entró y la zona Lituana afianzó la ventaja adquirida hasta que los aleros lituanos volvieron a sumar puntos para la causa.

El equipo español tropezó con la variante táctica y sin tiradores puros en pista se frenó en ataque. Lituania supo aprovecharse de ese instante y volvió a distanciarse en el marcador hasta verse otra vez por encima de la barrera de los 10 puntos (74-62). Por delante quedaban cinco minutos de partido pero fue curioso ver como a partir de entonces, y por mucho que el juego ofreciese, el partido no cambió nada. Se produjeron idas y venidas, ligeros acercamientos españoles (78-71) contestados por la efectividad lituana (86-74) para al final acabar con la sensación de que por mucho que el equipo remara, nunca llegaría a la orilla lituana.

Así fue. España acabó perdiendo su imbatibilidad en la preparación hacia al Eurobasket, pero en cambio dejó mejores sensaciones que hace dos años cuando en el mismo país fue barrida por el mismo rival. Frente a la mejor Lituania del verano y en un ambiente que pocas veces se encontrará, España tuvo el orgullo de reaccionar, amedrentar a su contrincante y asumir con entereza un marcador muy adverso. Ahora sólo falta esperar que no repita los errores de la primera parte y entienda que el Eurobasket se gana partido a partido y minuto a minuto

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