Por Eugenio Taveras....El Presidente de la República Dominicana, Dr. Leonel Fernández, está inmerso en un delicado dilema de si apoya o no al candidato de su partido Lic. Danilo Medina, marioneta escogida entre las muchas con que cuenta el partido en el poder, debido a que su intención inicial fue la de reeligirse contra viento y marea.
La diferencia que notaremos en esta ocasión con la batida que pueda arremeter en su afán de mantener la hegemonía en el palacio, el primer mandatario, es que esta vez no escucharemos el rugir de un león, sino el ulular de un gatito que pretenderá convencer a los estúpidos e ineptos para que el 20 de mayo de 2012 marquen la boleta morada con la cara del candidato de un partido del cual es el jefe supremo.
Por otra parte intentará inculcar en la cabeza hueca de un pueblo que, a excepción de él, carece de conceptualización, la abundancia económica de que goza la nación que por desgracia me tocó nacer, en contradicción a la retórica de que todo el mal que padecemos los habitantes de este pedazo de tierra es culpa absoluta de los cuatro años que tuvo el PRD en el poder con Hipólito Mejía a la cabeza.
El candidato escogido, también contra viento y marea, por la parcela del Partido de la Liberación Dominicana, en la persona del Lic. Danilo Medina, llegó con un discurso como todo político sagaz, que aspira persuadir a los simpatizantes de su partido y a los que pueda sumar de otras banderías, de que su programa de gobierno será ejecutado al pie de la letra y que su consigna de campaña: Continuar lo que está bien, Corregir lo que está mal y Hacer lo que nunca se hizo es la salvación para un pueblo saturado de engaños en los últimos cincuenta años, pero con la burda y odiosa mentira de que acabará con la corrupción, aunque tenga que sacrificar los funcionarios de su propio partido, ofrecimiento irónico y utópico que lo único que hace es despertar rabia de perros en humanos, impotentes ante tanta ignominia.
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