JUPITER, Florida -- Comenzando su 23ra temporada como pelotero profesional, el dominicano Miguel Batista lo ha visto casi todo. Pero mientras el serpentinero contemplaba sus opciones durante el invierno, se dio cuenta de algo que le faltaba. Así que firmó con los Cardenales para jugar bajo el mando del manager
Tony La Russa
"En mi caso, he jugado por mucho tiempo, 23 años", dijo Batista. "La principal razón para venir aquí fue Tony. Nunca he jugado para un manager Salón de la Fama. ... Te enteras de los grandes jugadores del pasado y dicen, 'Te puedes dar cuenta cuando juegas para alguien que conoce bien el juego'. Posiblemente ésta era mi última oportunidad de jugar con un miembro del Salón de la Fama. Bobby Cox se retiró, Joe Torre también. Jim Leyland está en la Liga Americana. Así que probablemente ésta era mi última oportunidad".
Por eso la tomó, a pesar de no tener nada garantizado. Batista llega con un contrato de Ligas Menores, compitiendo con una cantidad de lanzadores por el último puesto en el bullpen de los Cardenales y quizás algunas presentaciones como abridor.
San Luis, por su parte, vio a Batista como un serpentinero que les llamaba la atención. Y aunque el derecho ya ha dejado atrás sus días como un sólido abridor, Batista fue una buena adquisción para los Cardenales.
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Lo primero que el gerente general John Mozeliak y yo dijimos fue, 'Por fin lo tenemos vistiendo nuestro uniforme'", declaró La Russa. "Lo hemos seguido por años. Tiene experiencia en cualquier rol. Ha sido abridor, ha tirado a finales de los juegos, ha enfrentado a un solo bateador, ha tirado una y varias entradas. Está en gran forma y tiene gran experiencia. Verá bastante acción".
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