MIAMI (AP) - El dominicano Hanley Ramírez, junto con los peloteros Mike Stanton, Logan Morrison, Chris Coghlan y otros más llevaron a cabo algo parecido a una práctica de bateo en lo que podría ser su nuevo estadio, aunque el edificio aún no cuenta con los atractivos que lo convierten en un estadio de pelota: el césped, el cuadro, los jardines, las bases, el plato, las bardas de los jardines y otras cosas.
El presidente de los Marlins, David Samson, en tanto, se paró sobre una losa de concreto en lo que podría ser la tercera base con los brazos extendidos, y afirmó "miren lo que se ha creado".
El directivo tenía razón para estar emocionado, pues el martes, por primera vez, algunos peloteros jugaron al béisbol en un estadio que será únicamente para ellos.
Todavía parece una gran zona de construcción pero a nadie le importó. Ramírez realizó los primeros batazos sobre un pedazo de césped artificial y con un plato dibujado en él. La lomita del lanzador estaba ondulada, en los jardines había empleados de construcción y muchos de los cuales persiguieron pelotas elevadas atrapándolas con sus manos desnudas y con cascos de construcción.
"Fue grandioso", dijo Stanton cuando completó sus turnos al bate.
Fue un día de logros para los Marlins que celebraron en su nuevo estadio, que marcha en su proceso de construcción a tiempo y dentro de su presupuesto, de 535 millones de dólares y que se ubica en el mismo terreno donde estuvo el estadio Orange Bowl de Miami por siete décadas.
Poco antes de que Ramírez iniciara los batazos, fue instalada la primera butaca del estadio.
El asiento ubicado en la Sección 19, Fila H y Butaca 12 del nuevo estadio podrá ser observada con facilidad,pues será la única de color rojo en el estadio.
Todas las demás serán azules. Los Marlins colocaron esa silla roja por consejo, según dijo Samson, de un aficionado que le envió un correo electrónico y le sugirió que esa primera butaca no se perdiera con las demás.
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