Para los Cardenales de San Luis, hay otra dimensión en la espera de los entrenamientos de primavera.
En esta ocasión, la anticipación se trata de las negociaciones entre el equipo y el toletero dominicano Albert Pujols. Cuando se trata de la superestrella, el tiempo se le acaba.
Indiscutiblemente, Pujols es Cardenales. Pero el club necesita procurar que siga siendo Cardenales. Es un reto mayor darle un contrato que permita que el equipo siga siendo competitivo, al mismo tiempo de darle el valor merecido al primera base. Es algo que San Luis tiene que hacer antes de que comiencen los entrenamientos en cinco semanas.
"Sé que una vez empiecen los entrenamientos, Albert no va a querer distraerse por nada", dijo el manager de los Cardenales, Tony La Russa, en las Reuniones Invernales el mes pasado.
Entonces, informes sobre pláticas entre ambas partes hace unos días representan buenas noticias para los fanáticos de San Luis. Pero si dicho diálogo no resulta en un contrato antes del inicio de los entrenamientos, aumenta sobremanera la posibilidad de que Pujols se convierta en agente libre en noviembre.
Ahí es que la situación se le complicaría al equipo.
Si bien es cierto que sería difícil imaginar a Pujols vistiendo otro uniforme que no sea el de los Cardenales, también es verdad que vivimos en un mundo en que la lealtad tiene sus límites en el deporte profesional, como lo hemos visto una que otra vez con los atletas.
La situación de Pujols es interesante, no sólo para San Luis, sino para el béisbol. Quizás con la excepción de Derek Jeter y los Yankees, ningún jugador activo se identifica tanto con su equipo como Pujols.
Pero si la situación contractual de Pujols sigue incierta en la temporada del 2011, el drama fácilmente superaría la intriga que hubo entre Jeter y los Mulos.
Con Pujols, estamos hablando del mejor pelotero en su apogeo. Los Yankees y los Medias Rojas, con Mark Teixeira y el mexicano Adrián González como inicialistas, respectivamente, no serían candidatos para firmar al dominicano. Pero los demás equipos con dinero tratarían de procurar los servicios de Pujols.
Por eso los Cardenales deben actuar ahora. Y es algo sorpresivo que esta situación no se haya resuelto ya. Con cada turno al bate, Pujols ha aumentado el valor de su próximo contrato, hasta el punto de que algunos creen que merece un pacto similar al de Alex Rodríguez.
Si Pujols aspira a eso, los Cardenales tendrían que ser creativos. Ya tienen amarrados unos US$37.4 millones con Matt Holliday, Jake Westbrook y Kyle Lohse. Con opciones del club sobre los contratos de Chris Carpenter, Adam Wainwright y el boricua Yadier Molina, estamos hablando de US$68.4 millones para seis peloteros. Entonces, si estamos hablando de US$30 millones al año para Pujols, quien ganará US$16 millones en el 2011, las cosas se pondrían algo difíciles para un equipo que abrió el 2010 con nómina de US$93.9 millones.
Entonces, para que los Cardenales puedan firmar a Pujols y al mismo tiempo rodearle de talento, van a necesitar algo de cooperación del propio dominicano.
En ese sentido, San Luis es algo afortunado. Pujols ha demostrado que entiende lo que es ser la cara de la franquicia de los Cardenales y lo que significan los Cardenales en las Grandes Ligas. En las Reuniones Invernales, La Russa recordó que Pujols anunció que no quería ser reconocido como "El Hombre" porque ese apodo le pertenecía a la leyenda de San Luis, Stan Musial. No es muy común que una superestrella exhiba ese tipo de respeto por una figura del pasado.
"Albert tiene bien puestas sus prioridades", dijo La Russa. "Tiene buena perspectiva en cuanto a la historia."
Todo eso está muy bien, ¿pero cuánto peso tendrá a la hora de hablar de puros dólares y número de años en un contrato? Y si Pujols ve que su salario ocuparía la mayor parte de la nómina en San Luis, podría ver un equipo de mercado grande como su mejor oportunidad de ganar otro anillo de campeón.
La realidad es que sólo Albert Pujols sabe cómo piensa sobre estas cosas. Pero sí sabemos lo siguiente: Esta intriga se ha extendido por algo. Si Pujols hubiera querido darle a los Cardenales un "descuento de la casa", lo más probable es que el asunto se hubiera resuelto hace mucho.
En vez de eso, tenemos una negociación que luce como una propuesta que San Luis simple y llanamente no puede sostener. Le quedan cinco semanas para resolverlo todo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario