Resultado De La Ignorancia, La Incapacidad y El Mal Ejercicio Del Periodismo: La Desinformación

Por Luichy Sánchez Peralta

Desde hace años estoy reiterando la opinión de que uno de los tantos males que afectan la imagen y el progreso de la pelota otoño-invernal dominicana, nuestro Pasatiempo Nacional, es la participación en el manejo de algunos equipos de personas sin conocimientos ni capacidad para ello. Sucesos de esta semana han puesto al descubierto, una vez más, esa penosa situación.

Se trata de temerarias, desfachatadas, infundadas e irresponsables acusaciones en el sentido de que en las Águilas Cibaeñas han estado acosando jugadores de los Leones del Escogido nativos de Santiago. De ser cierto, que no lo es, si de historia se tratara, por lo menos eso es menos indigno y vergonzoso que incurrir en apropiaciones indebidas y manipulación de situaciones que ayuden a ganar campeonatos.

Después de lo mal parado que quedó el béisbol dominicano con deslucidas situaciones que empañaron el pasado torneo, entiendo deplorable que en momento cuando la Lidom trabaja con empeño, decidida y afanosamente en rescatar lo perdido, un miembro de su comité ejecutivo se dedique a despotricar contra un equipo de la entidad.

Como una desorientadora voz escogidista se alzó desde la capital, es necesario destacar que no hace falta ser adulto para entender que si desde un equipo están acosando peloteros de otro (s) es porque quien lo está haciendo tiene autoridad para ello, no un periodista o un comentarista en su relación con determinado pelotero, ya que en ese caso no es más que lo conocido en buen dominicano como “chercha”. Por eso fue que la noche del martes le envié un correo electrónico a Franklin Mirabal para a través de su sitio de internet www.imapactodeportivo.com.do lanzarle un reto al doctor Julio Hazim, presidente del Escogido.

En el texto de ese correo expresé lo siguiente: “Si aparece algún pelotero santiaguero perteneciente al Escogido que demuestre que haya sido acosado por algún ejecutivo de las Águilas, renuncio a mis funciones de asistente de operaciones de béisbol y comentarista de las Águilas, y me retiro como periodista. Por el contrario, si no se demuestra lo anterior (contactando esos peloteros, no por lo que diga Hazim), el presidente del Escogido tendrá que renunciar a sus funciones de presidente y la de periodista que él usurpa”. Está de más explicar que al referirme a “algún ejecutivo” se trata de presidente, vice-presidente, gerente general o cualquier miembro del CONSEJO DIRECTIVO.

Finalmente, yo desconocía que la Real Academia Española había modificado la definición del verbo “acosar” y que la manifestación voluntaria de un deseo está definida por el acoso. A propósito de actos voluntarios, prefiero no referirme en esta ocasión a la manera cómo Rafael Furcal fue obligado a firmar con los Leones del Escogido en 1999.