SANTO DOMINGO.- En la liga de béisbol más regular en tiempos de covid-19, con asistencia de fanáticos incluido, la llamada KBO de Corea, el jardinero Mel Rojas Jr logró la distinción de Jugador Más Valioso, por una descomunal actuación con la que acarició la Triple Corona de bateo.
Jugador de los Tigres del Licey en la liga invernal dominicana, con el equipo KT Wiz de la ciudad Suwon, se despachó con los lideratos de cuadrangulares (47), carreras impulsadas (135) y con promedio de bateo de .349 (tercero) se quedó a cinco puntos de lograr la Triple Corona de ofensiva, además de que lideró en el OPS (1,097), que es la suma del promedio de bateo, porcentaje de embasarse y bases alcanzadas.
En la votación por el premio de Jugador Más Valioso de la KBO, el hijo del exlanzador de Grandes Ligas Melquiades Rojas recibió 653 puntos de 896 posibles, con 71 votos para el primer lugar. El segundo puesto fue para el receptor del equipo NC Dinos, con 374 puntos, 19 votos de primer lugar. Tercero fue otro dominicano, Raúl Alcántara, Doosan Bears, quien además recibió el galardón de Lanzador del Año de la KBO.
La de 2020 fue la cuarta temporada para Rojas en la Liga de Corea, todas con el mismo equipo. Ha disputado 511 partidos y acumula 2,218 turnos al bate, promedia .321 en bateo, con 132 jonrones y 409 carreras impulsadas, porcentaje de embasarse de .388 y 595 en bases alcanzadas.
Como a tantos otros, su participación en la veraniega Liga de Corea le ha impedido actuar en la pelota invernal con el Licey, aunque siempre ha mostrado su deseo de hacerlo.
Rojas Junior fue adquirido por el Licey el 27 de agosto de 2014 de las Estrellas Orientales a cambio del también jardinero Jordany Valdespín. Actuó con el conjunto azul durante tres temporadas entre 2014-15 y 2016-17, con 41, 36 y 39 partidos de serie regular respectivamente, 25 encuentros de round robin y 17 de serie final.
Reportes de prensa señalan su anhelo de conseguir contrato con alguna organización de las Grandes Ligas estadounidense, que con la clase de actuación en Corea y a sus 30 años no resulta una quimera.
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