SANTO DOMINGO (Licey.com).- Está invitado fuera de roster de 25 en la pretemporada primaveral de los Bravos de Atlanta, pero Emilio Bonifacio cree su condición de jugador polivalente le da ventaja en su objetivo de hacer el equipo para cuando comience la temporada de Grandes Ligas de este 2017. “Creo que tengo buen chance, porque el equipo solo tiene tres outfielders en roster y la condición de jugar también en las tres posiciones del infielder me ayudan bastante”, confirió el jugador de veloces piernas durante los entrenamientos en Florida.
Bateador a ambas manos que puede desempeñar el jardín central, dijo sentirse en buena posición -no así confiado-, porque hay que seguir “metiendo mano”, ya que es el de más experiencia entre los que se disputan el cuarto puesto entre los que defienden el cuadro exterior. “Creo que tengo la delantera y vamos a esperar que todas las cosas marchen bien”, confió Bonifacio al periodista Enrique Rojas, en entrevista que pasó en el programa “Grandes en los deportes”, por la estación 102.5 en Santo Domingo. El jugador de los campeones Tigres del Licey de la pelota invernal dominicana habló de la situación similar, en cuanto a posibilidades de quedarse con los Bravos, a la que llegó el año pasado a los entrenamientos, pero diferente en cuanto al estado psicológico, por la condición de salud de un pequeño hijo recién nacido, que ahora dice estar bien. “Gracias a Dios el niño se siente mucho mejor, la recuperación, y la evolución en cuando al hígado y todo está muy bien”, afirma el jugador, lo cual le pone en una situación diferente, en cuanto al enfoque para concentrarse más en el juego. El niño está en la casa desde finales de septiembre, tras permanecer en hospital. Explicó que el sábado, el coach de tercera base de los Bravos Terry Pendleton le felicitó, porque no imaginó cómo Bonifacio puso sortear la situación de su hijo, la que consideró muy difícil, pero de la que se enteró un poco tarde. Confesó que se sintió “un poquito incómodo” con la posición de mucha gente, que sin saber la situación por la que pasaba ante la crisis compleja de su hijo y que lo juzgaba por su desempeño en el terreno y su consistencia en el juego, sin tomar el cuenta el factor que lo provocaba. “En realidad (me sentí) un poquito incómodo, porque (las gentes) entienden que somos profesionales y nos pagan para eso, pero nosotros tenemos una vida común, igual que todo el mundo y a quien sea se le puede enfermar un familiar, como fue la situación mía”, dijo Bonifacio. Reiteró que por esa mala pasada, hasta se salió de las redes sociales para poder enfocarse mejor, ya que hay quienes “hieren a uno sin saber por lo que está pasando”. Ante el comentario del periodista de que en República Dominicana parece que “somos menos comprensibles” cuando los jugadores no se desempeñan con el nivel que uno quisiera, Bonifacio abundó: “el caso mío es un ejemplo perfecto de que las cosas se hacen en el tiempo de Dios y cuando Él decida”. Acotó que por la actuación en baja que tuvo en el torneo invernal pasado recibió muchas críticas, pero que se mantuvo enfocado, con el apoyo de los compañeros jugadores “y al final ganamos el campeonato y fui parte clave y la gente se olvidó de eso”. Dijo entender a los aficionados, porque “al igual que uno”, también quieren ganar y es un poquito desesperante para ellos, pero que “la Gloria es de Dios y nos dio el campeonato”. Bonifacio, quien defendió el jardín central de los Tigres, disparó un doble impulsor de tres carreras y luego anotó en un rally de cinco carreras en el sexto episodio que catapultó la victoria final, en el noveno y decisivo partido, como visitante en el estadio Cibao, de Santiago.
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