SAN FRANCISCO DE MACORIS (Licey.com).- Poner la bola en juego sin buscar largos batazos ha sido la clave de Diory Hernández en los tres años que tiene en uniforme de los Tigres del Licey del béisbol invernal dominicana.
Fue eso lo que le funcionó la noche del jueves en el Estadio Julián Javier de San Francisco de Macorís, cuando bateó dos dobles, un sencillo, recibió una base por bolas para anotar cuatro carreras, con un remolque, en la victoria 10-7 del conjunto azul de visitante de los Gigantes del Cibao.
“Pude repartir la bola por todos los ángulos del terreno y eso fue una de las clave que me ayudó a pasar la bola de hit y tuvimos la victoria, que es lo más importante hoy”, dijo Hernández sobre sus tres imparables de la fecha por los diferentes jardines en la segunda victoria del Licey (2-0), para liderar el Round Robin o semifinal del torneo invernal 2016-17, “Alejandro “Chito” Asmar Sánchez”.
El bateador derecho, que acumula seis imparables en los dos primeros juegos de esta postemporada, admitió que en la primera etapa de su carrera en la pelota dominicana buscaba batazos largos, pero que en los últimos tres campeonatos, los que ha disputado con los Tigres, ha cambiado esa idea para buscar conectar por la banda contraria.
“Esta es una liga que los parques son muy grandes, no se conectan muchos jonrones; estoy trabajando con el coach de bateo (Joel Noboa) y me dice que no me preocupe por los jonrones, que eso va a salir solo, que siga trabajando en lo que estoy tratando, que es poner la bola en juego”, dijo a Tommy Troncoso para Licey Radio, luego del partido en San Francisco.
“Eso me ha dado buen resultados y gracias a Dios pude conectar dos batazos buenos (sus dobles) a la hora buena”, acotó Diory y reiteró que solo trató de poner la pelota en juego, pensar en colocar la pelota para el medio, lo cual le ha dado resultados en los primeros dos partidos del todos contra todos a 18 cotejos.
Otro punto que le está dando resultados al jugador de las esquinas del infielder, es observar desde el círculo de espera al lanzador, para ver cuáles son los pitcheos a los que recurre. “Esa es una de las claves: saber qué pitcheo ir a buscar frente a él en el home play”.
Hernández compiló promedios de .307 y .308 en sus primeras campañas de serie regular con el Licey, pero esta vez solo conectó para .262. Atribuyó ese bajón a que tenía unos siete años que en verano no tomaba tantos turnos, más de 400 y eso provocó que se cansara un poco en la recta final recién pasada.
“Pero trabajé, me preparé fuerte en los últimos dos días de descanso (antes del inicio del Round Robin) y ahora me siento bien y trato de ayudar al equipo lo más que puedo”, concedió.
Manifestó que la concentración y el trabajo han sido clave para este arranque. Agradeció al dirigente Patrick Kelly por esos dos días de descanso, lo cual le ha ayudado a refrescar su mente y el cuerpo y ahora se siente descansado y bien en el plato.
Aseguró que el conjunto azul está compacto, con buen bateo y pitcheo, conectando los imparables a la hora buena. “El equipo está compacto y nada más es salir al terreno y poner el talento ahí”
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