viernes, 1 de abril de 2016

Un Robinson Canó en salud luciría la forma de antes



PEORIA, Arizona -- Mientras el dominicano Robinson Canó pasaba por la peor primera mitad en su carrera de 11 años, muchos insinuaron que el intermedista de los Marineros había comenzado su descenso en la inevitable batalla contra los años.

Por primera vez en seis campañas, el quisqueyano no fue convocado al Juego de Estrellas. Tampoco terminó entre los primeros seis en las votaciones para Jugador Más Valioso de la Liga Americana por primera vez en ese trecho. Canó no estuvo entre los candidatos para el Bate de Plata ni el Guante de Oro, premios que se habían convertido en tradición durante sus años con los Yankees.


Pero este es el atrevido pronóstico para los Marineros en el 2016: Canó no sólo tendrá una fuerte campaña, sino que se destacará lo suficiente para ser un finalista para el premio al Jugador Más Valioso del Joven Circuito, reintegrándose al grupo de jugadores élite.

Los que han seguido de cerca al equipo de Seattle en estos entrenamientos tienen bastantes motivos para estar de acuerdo. Canó luce rejuvenecido tanto en el plato como a la defensa. Después de someterse a una doble cirugía por una hernia en octubre, se siente en salud y fuerte, y ha castigado la bola con siete jonrones en la Liga del Cactus, además de un promedio de .365.

"Luce como el Robbie de antes", dijo el as venezolano de los Marineros, Félix Hernández, quien vio a Canó terminar de quinto en las votaciones para el JMV de la Liga Americana en Seattle en el 2014. "Es divertido verlo jugar. Está en plena forma. Eso es clave para este equipo".

Y para el nuevo piloto Scott Servais, ¿cómo ha lucido el segunda base?

"Fantástico…ésa es la mejor manera de describirlo. Estoy bastante contento con Robbie, a nivel físico y mental, su liderazgo en el clubhouse, ayudándome y ayudando a nuestros coaches a pasar la voz de cómo queremos jugar y nuestras metas.

"Pienso que es evidente para todos en el grupo de coaches y sus compañeros que tiene algo que demostrar".

Pero lo más importante, según Canó, es que se encuentra en salud para poder emplear todo su cuerpo.

"Me siento diferente ahora", explicó Canó acerca de su swing. "Ahora puedo usar mis caderas y cuando hago eso, es más fácil darle swing a los lanzamientos que busco sin tener que hacer más de la cuenta. Recuerdo que el año pasado no podía darle a los pitcheos pegados".

Canó demostró su potente bate en un juego de pretemporada contra los Cachorros en Mesa, Arizona, sacudiendo cuadrangulares por la pradera izquierda, central y derecha. Batear hacia todas las bandas -- no sólo con los vuelacercas, sino también las líneas a los canales -- son buenas señales.

"Es importante porque soy alguien que para batear hacia la banda contraria, necesito estar calmado en el plato y darle a la bola cuando llegue", indicó Canó. "Si es un pitcheo pegado, debo enviarlo a la banda derecha. Si está afuera, enviarlo a la banda izquierda. Así me doy cuenta de que me siento bien y en salud".

Con el guante Canó ha vuelto a ser el segunda base que luce tan relajado que muchos se preguntan si en verdad se está esforzando. En ocasiones pocos se fijan en la defensa de Canó, pero es gran parte de su juego y el veterano reconoce que en el 2015 no podía moverse de lado a lado para alcanzar batazos que acostumbraba a fildear.

La interrogante ahora es si un repunte podrá ascender a Canó entre los mejores de la Gran Carpa. Y el pronóstico es que Canó dará un salto que lo llevará a la contienda por el premio al Jugador Más Valioso del Joven Circuito, que sería una buena noticia para unos Marineros que buscan dar la sorpresa en la División Oeste de la Liga Americana.

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